Antes de que los manifestantes atravesaran la barrera, la policía les advirtió por megafonía de que su manifestación era ilegal, pero añadió que no les detendría por la fuerza.

Hasta un millar de manifestantes atravesaron entonces el cordón para llegar a la avenida Habib Burguiba, donde se celebran la mayoría de las concentraciones, coreando "Acabemos con el golpe" y "Queremos la liberación de los detenidos".

La coalición Frente de Salvación Nacional reúne al mayor partido de Túnez, el islamista Ennahda, al movimiento de protesta Alto al Golpe y a algunos otros partidos políticos, y exige la dimisión del presidente Kais Saied.

La protesta fue una de las más pequeñas de la coalición contra Saied, pero aún así demostró que podía movilizarse en las calles a pesar de la represión contra sus líderes, mientras que la policía demostró que aún no estaba dispuesta a detener por la fuerza las manifestaciones.

"Estamos aquí de nuevo a pesar de la campaña de detenciones contra figuras de la oposición. Seguiremos resistiendo para liberar a los detenidos, pero también para hacer frente al golpe", declaró Nejib Chebbi, un dirigente del Frente de Salvación Nacional cuyo hermano ha sido detenido.

En las últimas semanas, varios de los principales dirigentes del Frente han sido detenidos en el marco de una ofensiva contra destacados críticos de Saied, y acusados de conspirar contra la seguridad del Estado. Esta semana, el gobernador de Túnez denegó el permiso para la protesta del domingo.

Las detenciones coordinadas han suscitado la preocupación de Estados Unidos, han hecho temer una represión más amplia de la disidencia y han llevado a la Oficina de Derechos Humanos de la ONU a pedir la liberación inmediata de los detenidos.

El Frente acusa a Saied de golpista por hacerse repentinamente con amplios poderes en 2021, cerrar el parlamento electo y pasar a gobernar por decreto antes de redactar una nueva constitución que aprobó en un referéndum con escasa participación el año pasado.

Saied afirma que sus acciones fueron legales y necesarias para salvar a Túnez del caos, y ha calificado a sus enemigos de criminales, traidores y terroristas, instando a las autoridades a actuar contra ellos.

Las recientes detenciones también afectaron al director del principal medio de comunicación independiente de Túnez, a dos jueces, a un responsable sindical y a un destacado empresario, lo que demuestra que la policía está dispuesta a atacar a los críticos de Saied de todo el espectro político.

Sin embargo, la oposición a Saied está fragmentada siguiendo líneas ideológicas y políticas que se trazaron durante un periodo de gobierno democrático tras la revolución de 2011 que desencadenó la primavera árabe.

El sábado, el poderoso sindicato UGTT y los partidos aliados organizaron su propia protesta, sacando a la calle a muchos miles de simpatizantes contra Saied en lo que pareció ser la mayor manifestación contra él hasta la fecha.