Se vio a una multitud de manifestantes huyendo de la escena frente al parlamento en la capital, Yakarta, según un testigo de Reuters, mientras que Kompas TV dijo que se habían lanzado piedras al complejo.

No hubo informes inmediatos de violencia ni de heridos.

La concentración fue una de las varias celebradas el lunes en toda Indonesia, incluyendo Sulawesi del Sur, Java Occidental y Yakarta, donde cientos de estudiantes con chaquetas de color neón habían marchado hacia el parlamento para quejarse del aumento de los costes de los productos y de la perspectiva de que el presidente sobrepase su límite de dos mandatos.

Jokowi, como se conoce al presidente, trató el domingo de amortiguar las especulaciones sobre un plan urdido por sus aliados para mantenerlo en el poder durante más tiempo.

La idea de prolongar su mandato, ya sea cambiando la Constitución o retrasando las elecciones de 2024, ha cobrado impulso últimamente en la tercera democracia del mundo después de que algunas influyentes figuras políticas la apoyaran públicamente.

"Lo que está claro es cómo las élites se están obligando a retrasar las elecciones, y eso es lo que perjudica a la Constitución", dijo Muhammad Lutfi, un estudiante que asistió a la protesta.

Los estudiantes universitarios han estado tradicionalmente a la cabeza de los esfuerzos por proteger los logros democráticos de Indonesia, después de salir a la calle en 1998 durante las enormes protestas que ayudaron a derrocar al ex presidente fuerte Suharto.

La idea de permitir más de los dos mandatos máximos de cinco años como presidente ha alimentado la preocupación por una amenaza a las reformas democráticas tan duramente conseguidas.

El domingo, por segunda vez en menos de una semana, Jokowi, de 60 años, instó a los ministros y a los jefes de seguridad a que dejaran de discutir la cuestión para evitar la especulación pública y dijo que estaba claro que se celebrarían elecciones en febrero de 2024, como estaba previsto.

Jokowi ha conservado un alto índice de aprobación desde que fue elegido por primera vez en 2014, pero una reciente encuesta de la empresa encuestadora Saiful Mujani Research and Consulting (SMRC) mostró que más del 70% de los indonesios rechazan el plan de prórroga.

Se le ha criticado por su postura ambigua sobre el tema, calificándolo de bofetada y sólo "una idea", pero sin rechazarlo explícitamente ni descartar seguir en el poder más tiempo.