La importante venta de activos británicos se produjo tras la declaración fiscal del viernes del ministro de Finanzas, Kwasi Kwarteng, que recortó una serie de impuestos sin detallar cómo se financiaría.

Kwarteng, ministro de Hacienda, declinó el domingo hacer comentarios sobre la caída libre de la libra, afirmando que estaba centrado en el crecimiento a largo plazo y no en la reacción del mercado a corto plazo.

"El canciller ha dejado claro que no comenta los movimientos del mercado y lo mismo puede decirse del primer ministro", declaró el portavoz.

El portavoz dijo que no había planes para hacer ningún cambio en las medidas establecidas, que describió como "un plan a medio y largo plazo, que consiste en cambiar fundamentalmente nuestro enfoque de la economía centrándonos en el crecimiento".

Kwarteng ha hecho recaer sobre el Banco de Inglaterra la responsabilidad de contener cualquier efecto inflacionista de la masiva expansión fiscal, diciendo la semana pasada al gobernador Andrew Bailey que espera que el banco central tome las medidas contundentes necesarias para contener la inflación.

Al preguntársele si el gobierno esperaba que fuera el Banco de Inglaterra, y no los ministros, el que hiciera el trabajo duro para contener la inflación, el portavoz de Truss dijo que un paquete de ayudas a los hogares para hacer frente a las facturas energéticas podría restar 5 puntos porcentuales a la inflación.

"Es correcto que consideremos la mejor manera de controlar la inflación, y por supuesto, eso es algo que el gobierno tiene en cuenta", dijo, añadiendo que cualquier futuro recorte de impuestos - insinuado por Kwarteng el domingo - correspondería al ministro de finanzas establecerlo.