Pero Bilan, el medio de comunicación en el que Ahmed trabaja como redactora jefe, está lejos de ser un chiste, ya que produce diariamente una mezcla de noticias duras y reportajes en profundidad para el público local y, a veces, internacional.

En sus casi 18 meses de funcionamiento, Bilan, que significa "hacer brillar una luz", ha superado los prejuicios y la inseguridad para iluminar algunos de los temas más tabúes de Somalia, como la epidemia de drogas entre las mujeres, el albinismo, las mujeres que viven con el VIH y la vergüenza menstrual.

"A veces mi alma me dice que no puedo continuar con el trabajo debido a la inseguridad y a la presión social. Sin embargo, es una carrera que amé desde mi infancia y un sueño que aún vive en mí", dijo Ahmed.

Aunque cuenta con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el éxito no ha sido fácil ni ha estado exento de riesgos para Ahmed y su equipo.

Con más de 50 periodistas asesinados desde 2010, Somalia es el país más peligroso para los periodistas en África, según Reporteros sin Fronteras.

El Comité para la Protección de los Periodistas sitúa a Somalia en el último lugar de su Índice Global de Impunidad, que mide el número de asesinatos de periodistas sin resolver como porcentaje de la población de un país.

Al tratarse de una sociedad profundamente patriarcal, a algunas personas les resulta difícil debatir públicamente cuestiones relacionadas con la mujer, dijo Ahmed. Otros se quejan de que las historias de Bilan manchan la reputación del país.

"Conocemos a los somalíes, para ellos los asuntos de las niñas son vergonzosos", dijo. "Por ejemplo, los signos de la adolescencia como la menstruación, los periodos. A las niñas no se les enseñan los síntomas de la feminidad en las aulas".

Una historia sobre el estigma que rodea a la menstruación se convirtió en una de las más virales de Bilan cuando se difundió a principios de este año, consiguiendo más de 130.000 visitas y decenas de comentarios en Facebook.

"Solía sentir miedo cuando quería compartir mis problemas personales con el profesor. No lograba expresar mi problema", dijo Maria Abdullahi Jama, una estudiante de 19 años de la escuela Bondhere de Mogadiscio. "Insto a las estudiantes a que no sientan vergüenza ni miedo".

La historia hizo que el Ministerio de la Mujer se ofreciera a colaborar en una campaña de sensibilización y ha convencido al menos a un clérigo islámico, un grupo que suele tener las opiniones más conservadoras de la sociedad somalí.

"Es bueno concienciar a las niñas sobre el periodo y cómo mantenerse limpias para que lo vean como algo natural que tienen todas las mujeres", dijo el jeque Abdi Hayi, que predica en la mezquita Omar Ibnu Khadab.

Bilan ha revolucionado la agenda informativa en Somalia, afirmó Abdallah Al Dardari, director de la Oficina Regional para los Estados Árabes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.

"Con su voz única y el creciente alcance de la marca Bilan Media, están creando una demanda de cambio y de mejor trato a las mujeres y las niñas que no puede ser ignorada", dijo Al Dardari.