El Índice Compuesto de Gestores de Compras (PMI) de HCOB, elaborado por S&P Global y considerado un buen indicador de la salud económica general, saltó a un máximo de 11 meses de 54,4 en abril desde el 53,7 de marzo, según mostraron los datos el viernes.

Esta cifra se situó muy por encima de la marca de 50 que separa el crecimiento de la contracción e igualó la previsión más alta de una encuesta de Reuters que había pronosticado que no habría cambios respecto a marzo.

"Los índices de gestores de compras HCOB para la zona euro muestran una imagen general muy amable de una economía que sigue recuperándose", Cyrus de la Rubia, economista jefe del Hamburg Commercial Bank.

"Sin embargo, una mirada más atenta revela que el crecimiento está distribuido de forma muy desigual. Por ejemplo, la brecha entre el sector de los servicios, en parte en auge, por un lado, y el sector manufacturero, cada vez más débil, por otro, se ha ampliado aún más."

Para satisfacer la creciente demanda, las empresas aumentaron sus plantillas al ritmo más rápido desde el pasado mes de mayo. El índice de empleo rebotó hasta 54,7 en abril desde 53,3.

El PMI que cubre la industria de servicios se disparó hasta 56,6 este mes desde 55,0, confundiendo las expectativas de la encuesta de Reuters de un descenso hasta 54,5.

A pesar del elevado coste de la vida en la región, la demanda de servicios mejoró, ya que los consumidores siguieron gastando. El índice de nuevas empresas subió hasta el máximo de un año de 55,8 desde 54,2.

Pero la historia fue diferente para los fabricantes del bloque, que vieron cómo la demanda disminuía más rápidamente. El índice PMI general del sector cayó a 45,5 desde 47,3, su nivel más bajo desde que la pandemia de coronavirus se cimentara en el mundo hace tres años.

El índice que mide la producción, que alimenta el PMI compuesto y que llevaba dos meses en terreno positivo, cayó a 48,5 desde 50,4.

Aún así, las nuevas mejoras en las cadenas de suministro hicieron que el coste de las materias primas cayera al ritmo más acusado en casi tres años, por lo que las fábricas sólo aumentaron marginalmente sus cargas. El índice de precios de producción cayó hasta 51,8 desde 53,4, su nivel más bajo desde finales de 2020.

Es probable que esto sea bien acogido por los responsables políticos del Banco Central Europeo, que han tenido dificultades para acercar la inflación a su objetivo del 2%.

Se espera que el BCE suba los tipos por séptima vez consecutiva el 4 de mayo, con los responsables políticos convergiendo en una subida de 25 puntos básicos, aunque un movimiento mayor aún no está fuera de la mesa, según han declarado a Reuters fuentes con conocimiento directo de las discusiones.