La refinería rusa de petróleo de Orsk, que había interrumpido la producción tras unas inundaciones generalizadas, declaró fuerza mayor en el suministro de combustible a partir del 8 de abril, según un documento emitido por el propietario de la planta, Forteinvest, y visto por Reuters.

Decía que la planta se había cerrado para evitar riesgos ecológicos y garantizar la seguridad laboral. El año pasado la refinería procesó 4,5 millones de toneladas métricas (90.000 barriles diarios) de petróleo. (Reportaje de Olesya Astakhova Redacción de Vladimir Soldatkin Edición de David Goodman )