Se prevé que la subida del salario mínimo en Turquía, mayor de lo esperado y que afecta a unos 7 millones de trabajadores, impulse aún más la ya elevada inflación en los próximos meses, según afirmaron economistas y funcionarios del sector.

El ministro de Trabajo, Vedat Isikhan, declaró el miércoles que el salario mínimo mensual será de 17.002 liras (578 dólares) en 2024, un aumento del 49% respecto al nivel determinado en julio y una subida del 100% respecto a enero.

Según los economistas, la subida salarial provocará un deterioro a medio plazo de las perspectivas de inflación, que ya se preveía en torno al 70%-75% en el primer semestre de 2024.

"Un aumento de dos escalones del salario mínimo habría sido mejor tanto para los asalariados como para los empresarios y no provocaría un repunte repentino de la inflación. Los precios aumentarán al menos entre un 25% y un 30%. Esto se reflejará en los precios al por menor", declaró Berke Icten, responsable de la Asociación de Fabricantes de Calzado de Turquía.

El salario mínimo suele revisarse una vez al año, pero debido a la elevada inflación y a la depreciación de la moneda, el gobierno lo subió cada seis meses en los dos últimos años.

Funcionarios del sector afirmaron que la ayuda proporcionada a los empresarios para aliviar el impacto de los costes de la subida del salario mínimo en la producción fue menor de lo esperado y supondría una carga para las empresas.

El banco central dijo en las actas de la reunión del comité de política monetaria de la semana pasada que la inflación mensual subiría en enero, sobre todo debido al aumento del salario mínimo, pero que se espera que se ralentice en febrero y después.

El banco central ha elevado su tipo de interés oficial en 3.400 puntos básicos desde junio y ha dicho que está comprometido a frenar la inflación, que se situó en el 62% en noviembre.

Un economista que habló bajo condición de anonimato dijo que la gran subida del salario mínimo hizo que el mercado cuestionara el compromiso del gobierno con el programa de desinflación.

"Se esperaba un aumento del salario mínimo de entre el 40% y el 50%, pero el aumento se situó en el límite superior. No es posible dar una cifra clara, pero estamos hablando de un nivel que puede tener un impacto significativo en la inflación", dijo el economista.

"Este aumento distorsionará las perspectivas de inflación a medio plazo. Dado que la inflación alcanzará el 70% en el primer semestre, si no se produce otro aumento a mediados de año, los salarios disminuirán en términos reales".

Según la mediana de una encuesta de Reuters, se prevé que la inflación descienda hasta alrededor del 43% a finales del próximo año, disminuyendo lentamente a pesar de la estricta política monetaria. (1$ = 29,4430 liras) (Reportaje de Can Sezer y Ceyda Caglayan; Redacción de Ezgi Erkoyun; Edición de Daren Butler y Alison Williams)