Las condiciones empresariales australianas se suavizaron en abril al ralentizarse el aumento de las ventas y del empleo ante unos tipos de interés en máximos de una década, según mostró una encuesta el lunes, mientras que las presiones sobre los precios mostraron nuevos signos de disminución.

La encuesta del National Australia Bank (NAB) reveló que su índice de las condiciones empresariales cayó 2 puntos hasta +7, y se sitúa ahora en torno a su media a largo plazo. Ello se vio impulsado por un fuerte descenso del índice de empleo a sólo +2, desde los +7 anteriores.

Su índice de confianza empresarial se mantuvo sin cambios en +1.

"Los tres componentes de las condiciones empresariales volvieron a situarse en sus medias a largo plazo en abril", declaró Alan Oster, economista jefe del NAB.

"En cierto modo, esto marca un pequeño hito tras un largo periodo en el que las condiciones se han ido suavizando gradualmente desde los altísimos niveles observados en 2022, reflejo de la ralentización del crecimiento económico".

El Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantuvo los tipos de interés sin cambios en el 4,35% por cuarta reunión consecutiva la semana pasada, pero ha dicho que está vigilante ante cualquier riesgo al alza de la inflación tras un informe sorprendentemente fuerte sobre la inflación del primer trimestre.

La encuesta del NAB mostró algunos avances positivos en las presiones sobre los precios.

El crecimiento trimestral de los precios al por menor se suavizó hasta el 0,9% desde el 1,4% anterior, mientras que los aumentos de los costes de compra y de los costes laborales se ralentizaron hasta el 1,2% y el 1,5%, desde el 1,5% y el 1,7% anteriores.

"Es una señal optimista para las perspectivas de una cierta relajación de la inflación en el segundo trimestre, aunque tendremos que esperar a ver cómo evoluciona en los próximos meses", declaró Oster.