Ante la advertencia de los científicos de que se calcula que un millón de especies están en peligro de extinción, las Naciones Unidas piden a los países que destinen el 30% de sus zonas terrestres y marítimas a la conservación para 2030.

Cumplir este objetivo "30 por 30" ayudaría a proteger los entornos del mundo contra la caza furtiva, la contaminación o el desarrollo humano invasivo, dicen los científicos.

La Tierra ha sido testigo de cinco eventos de extinción masiva y los científicos creen que ahora estamos en la sexta, con especies animales y vegetales que se extinguen a un ritmo que no se había visto en 10 millones de años.

Sólo el 17% de las áreas terrestres de la Tierra y el 7% de los océanos están actualmente bajo alguna forma de protección.

Las conversaciones del martes estuvieron animadas por una sensación de progreso después de que los organizadores anunciaran que la cumbre de la ONU sobre la biodiversidad, o "COP15", se trasladaría a Montreal, Canadá, después de haber sido pospuesta cuatro veces en China debido a la pandemia del COVID-19.

"Tenemos todos los motivos para confiar plenamente en que se adoptará el marco mundial de la biodiversidad", declaró el ministro chino de Medio Ambiente, Huang Runqiu, que también es el presidente de la COP15.

Ya hay más de 90 países, incluido Estados Unidos, que se han comprometido con el objetivo de 30 por 30, según la Coalición de Alta Ambición para la Naturaleza y la Gente.

El director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente imploró el martes a los delegados que lleguen a un proyecto de acuerdo definitivo durante las conversaciones de Nairobi de esta semana. Ese borrador se votaría entonces en la COP15 en diciembre.

"Hoy y en estos días, es imperativo que hagan un progreso significativo para asegurar el éxito en la COP15 y después", dijo la Secretaria Ejecutiva del PNUMA, Inger Andersen, durante la sesión plenaria de apertura del martes en la capital keniana.

Pero siguen existiendo varios puntos de fricción, ya que el borrador del texto está actualmente plagado de corchetes que indican una falta de acuerdo en cuestiones como los objetivos de reducción del uso de plaguicidas.

"Sin cifras, el marco seguirá siendo una aspiración y estará abocado al fracaso", dijo Andersen.

La financiación sigue siendo otra área de contención. Una coalición de grupos ecologistas, entre los que se encuentran la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el Fondo Mundial para la Naturaleza, piden que las naciones ricas aporten 60.000 millones de dólares al año de los 700.000 millones necesarios anualmente para hacer frente a la crisis de la biodiversidad.

"Gran parte de la pérdida mundial de biodiversidad se debe a los altos niveles de consumo de las naciones ricas", afirmó Brian O'Donnell, director de la organización conservacionista sin ánimo de lucro Campaign for Nature.

Otros 500.000 millones de dólares podrían conseguirse recortando las subvenciones perjudiciales para los combustibles fósiles y la agricultura, dijeron los grupos ecologistas.

La ONU también instó a los delegados a abordar cómo planificarían e informarían de los avances en cada uno de los objetivos. Los anteriores objetivos de conservación del mundo -conocidos como los objetivos de Aichi- expiraron en 2020 sin que se alcanzara ninguno en su totalidad.