La economía del país del sur de África lucha por recuperarse de años de hiperinflación y mala gestión. El gobierno espera que la economía crezca un 5,5% este año, aunque la persistente escasez de divisas y la rápida devaluación de la moneda siguen siendo riesgos para el crecimiento.

En una declaración de política monetaria, el banco central dijo que las exportaciones de minerales, principalmente de oro y metales del grupo del platino, habían impulsado los ingresos de divisas hasta un récord.

"El país registró los ingresos de divisas más altos de su historia, de 9.700 millones de dólares en 2021, un aumento del 53,5% respecto a 2020", dijo el banco central. El récord anterior era de 7.600 millones de dólares en 2013, añadió.

Las salidas oficiales de divisas fueron de 6.990 millones de dólares en 2021, según el banco central.

Los ingresos por exportaciones de minerales aumentaron un 28% hasta los 6.300 millones de dólares, mientras que las remesas de los zimbabuenses que viven y trabajan en el extranjero aumentaron un 43% hasta los 1.400 millones de dólares. Los préstamos e inversiones extranjeras, así como las transferencias de los organismos donantes, se sumaron a los flujos de divisas.

La producción de oro aumentó un 56% hasta alcanzar las 29,6 toneladas en 2021, según datos del banco central.

Zimbabue está luchando por estabilizar su economía y una moneda volátil reintroducida en 2019, después de que fuera abandonada en 2009 en favor del dólar estadounidense y otras divisas para frenar la hiperinflación, que alcanzó el 500% en diciembre de 2008, según datos del FMI.

El banco central mantuvo su principal tipo de interés político en el 60%, pero revisó su previsión de inflación para finales de año hasta entre el 25% y el 35%, desde el 20% anterior.

La semana pasada, el ministro de Finanzas, Mthuli Ncube, redujo la parte de los impuestos pagaderos en moneda extranjera en un intento de reducir la demanda de dólares estadounidenses y frenar la rápida devaluación de la moneda local.