Las RSF llevan tres meses luchando contra el ejército sudanés y han dominado la capital sudanesa sobre el terreno. Los residentes han acusado a la fuerza de saquear y ocupar viviendas.

Cuando se le pidió un comentario, la RSF dijo que los informes eran incorrectos y que sólo mantenía prisioneros de guerra a los que trataba bien.

"Estas organizaciones hacen caso omiso de las violaciones cometidas por el ejército contra la población civil, incluidos los ataques aéreos y de artillería, las detenciones y el armamento de civiles", declaró un representante de la fuerza.

Entre los detenidos en varias localidades de Jartum había combatientes, pero también 3.500 civiles, entre ellos mujeres vulnerables y extranjeros, dijeron las organizaciones, que pidieron que no se revelaran sus nombres por temor a represalias.

El grupo dijo que presentaría a las Naciones Unidas documentación de casos de muerte por tortura, así como "condiciones de detención degradantes, inhumanas y carentes de dignidad humana y de las necesidades más básicas de la vida".

La oficina de derechos humanos de la ONU afirmó el jueves que al menos 87 personas habían sido enterradas en una fosa común en la ciudad de El Geneina, en Darfur, y acusó a la RSF y a las milicias aliadas de los asesinatos, algo que la fuerza paramilitar negó.

A última hora del jueves, la Corte Penal Internacional dijo que investigaría los asesinatos en toda la región. La RSF no respondió a una solicitud de comentarios sobre la investigación.