Andrew Dabalen afirmó que una forma de estanflación que se está afianzando es una de las mayores preocupaciones. Se espera que el crecimiento alcance el 3,1% en 2023, según el banco, mientras que la inflación es de dos dígitos en muchas partes del continente.

Para aumentar las preocupaciones, casi la mitad de los países del África subsahariana se encuentran en dificultades de endeudamiento o en alto riesgo de estarlo, según el Banco Mundial.

"No esperamos que el número crezca más allá de lo que tenemos ahora", dijo Dabalen en una entrevista con Reuters, aunque advirtió que las cambiantes condiciones económicas mundiales seguían presentando riesgos para esa perspectiva.

Zambia fue la primera nación africana en impagar su deuda en 2020 y Ghana le siguió a finales del año pasado. Chad finalizó las negociaciones con sus acreedores bajo el proceso del Marco Común del G20 en noviembre sin recibir una reducción de la deuda, mientras que las conversaciones de Etiopía se retrasaron por una guerra civil.

Dabalen afirmó que las negociaciones del Marco Común para la reestructuración de la deuda de Zambia "siguen alargándose" y que el proceso debe ser equitativo para todos los acreedores.

Muchos países están dando los pasos necesarios para aplicar reformas que sirvan mejor a sus objetivos a largo plazo, dijo, y añadió que las reformas internas siempre serán superiores a las que les impongan los financiadores internacionales.

Un número significativo de países del continente se encuentran en la posición única de disponer de los recursos minerales necesarios para un futuro con bajas emisiones de carbono, afirmó Dabalen.

"Muchos de los minerales que se demandan proceden sobre todo de países africanos. ... por lo que realmente pueden intentar maximizar los ingresos para construir diferentes tipos de economías que estén industrializadas", afirmó.