LONDRES, 15 dic (Reuters) - Olvídese de un repunte de fin de año en los mercados financieros. El mensaje de los principales bancos centrales es alto y claro: la batalla para controlar la inflación está lejos de haber terminado.

Los bancos centrales de Estados Unidos, la zona del euro, Reino Unido y Suiza se reunieron el miércoles y el jueves, y todos ellos redujeron el ritmo de sus agresivas subidas de tipos.

Pero sus señales no fueron las que querían oír los mercados, que han subido con fuerza en las últimas semanas ante la idea de que la inflación y los tipos de interés toquen techo pronto.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, dijo que hay que esperar más subidas de tipos de 50 puntos básicos durante un tiempo, y que el BCE no está dando un giro a su política monetaria todavía.

El jueves el BCE subió los tipos 50 puntos básicos, tras dos subidas consecutivas de 75 puntos básicos, para controlar una inflación que actualmente se mueve en los dos dígitos.

Los mercados de deuda pública sufrieron un varapalo tras conocerse la decisión del BCE. Con los precios en caída libre, los rendimientos de los bonos alemanes a dos años, sensibles a los tipos de interés, subieron 24 puntos básicos, su mayor subida en un día desde 2008.

El coste de la deuda italiana subió casi 30 puntos básicos, hasta el 4,13%, mientras que las acciones europeas cayeron casi un 3% y las de Wall Street, un 2%.

"La reacción de los mercados de renta fija europeos ha sido brutal", afirmó Antoine Lesne, responsable de estrategia y análisis para Euromea, Oriente Medio y África del negocio de fondos cotizados SPDR (Standard & Poor's Depositary Receipt) de State Street.

Un ligero descenso de la inflación en la zona euro en noviembre, hasta una tasa anual del 10%, había desatado las especulaciones del mercado sobre la posibilidad de que el BCE se relajase en su lucha contra la escalada de precios.

"En las últimas semanas, el mercado se ha adelantado a los acontecimientos en la zona del euro (...) y ahora está volviendo a valorar el hecho de que el BCE va a tener que mantener una postura agresiva", dijo Lesne.

Ed Hutchings, responsable de tipos de Aviva Investors, dijo que espera que los bonos periféricos de Europa "pasen apuros" a partir de ahora, y que los bonos europeos en general reciban algo menos de apoyo.

¿DEMASIADO COMPLACIENTE?

Por su parte, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtió el miércoles de que las recientes señales de que la inflación estadounidense podría estar ralentizándose aún no han aportado confianza en que se haya ganado la batalla.

"Olvídese de la racha navideña (...), la Reserva Federal se parece más al Grinch estas Navidades", dijo John Leiper, jefe de información de Titan Asset Management.

El jueves, el S&P 500 cayó a su nivel más bajo en un mes. El martes, el índice se disparó hasta un 2,76%, alcanzando un máximo de tres meses, ya que un aumento inesperadamente pequeño de la inflación de los precios al consumo alimentó las esperanzas de que la Reserva Federal podría reducir pronto sus subidas de tipos. El S&P ha perdido más del 16% este año.

El jefe del banco central suizo, Thomas Jordan, también se pronunció tras subir tipos en 50 puntos básicos, afirmando que es demasiado pronto para dar por vencida a la inflación.

"Da la sensación de que los principales bancos centrales, incluida la Reserva Federal, tienen que luchar contra la visión esperanzada del mercado de que habríamos alcanzado los tipos máximos", declaró Hetal Mehta, economista jefe para Europa de Legal & General Investment Management.

Los datos recientes de la inflación, que muestran una ligera moderación en Estados Unidos y Europa, han provocado que los rendimientos de los bonos caigan de máximos de varios años y que el S&P 500 suba más de un 10% desde su mínimo de octubre.

Aunque los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años seguirán subiendo 200 puntos básicos en el conjunto del año, han bajado 32 puntos básicos en el cuarto trimestre, en lo que será su mayor caída trimestral desde principios de 2020. Los rendimientos del bono alemán de referencia también han subido 200 puntos básicos en 2022, pero se sitúan casi 50 puntos básicos por debajo del máximo plurianual del 2,5% alcanzado en octubre.

Estos movimientos tan bruscos relajan precisamente las condiciones financieras que los bancos centrales intentan endurecer para contener la inflación.

En la rueda de prensa posterior a la decisión del jueves, Lagarde, del BCE, se refirió a las condiciones financieras y dijo que es necesario un mayor endurecimiento.

"Un repunte del mercado sería una relajación de las condiciones financieras que concuerda con la idea de que (los dirigentes monetarios) necesitan llevar los tipos de interés a un territorio restrictivo", dijo Mehta.

(Reporte de Dhara Ranasinghe y Naomi Rovnick; edición de Catherine Evans; editado en español por Darío Fernández)