La Unión Europea, miembro del comité de Basilea encargado de establecer las normas, ha propuesto aplicar los elementos finales a partir de 2025, dos años más tarde del plazo acordado a nivel mundial de enero de 2023, citando las presiones del COVID-19 sobre el sector.

La UE también se ha desviado en algunos casos de los elementos finales para responder a las "especificidades" del sector bancario europeo.

Pero el órgano de supervisión del Comité de Basilea afirmó en un comunicado que todos los aspectos del llamado marco de Basilea III deben aplicarse de forma "completa, oportuna y coherente" para evitar la competencia desleal entre los bancos mundiales.

"Los miembros reafirmaron unánimemente su expectativa de aplicar estas normas lo antes posible", declaró el Grupo de Gobernadores de Bancos Centrales y Jefes de Supervisión (GHOS).

Otros miembros de Basilea, Estados Unidos y Gran Bretaña, aún no han dicho cuándo introducirán las normas o presentarán propuestas.

Los reguladores han afirmado en repetidas ocasiones que los principales bancos cuentan con reservas de capital muy por encima de los requisitos mínimos, y que demostraron su resistencia durante las turbulencias extremas de los mercados y las fuertes recesiones que se produjeron en 2020, cuando las economías se bloquearon.

El GHOS también acordó volver a nombrar a Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, como presidente del Comité de Basilea para un segundo y último mandato.