Como la mayoría de los países, Italia retrasa sus relojes una hora cada otoño, lo que permite mañanas más ligeras, y los adelanta en primavera, lo que da lugar a tardes más ligeras.

Alessandro Miani, presidente de la Sociedad Italiana de Medicina Ambiental (Sima), dijo que utilizar el horario de verano durante todo el año supondría un ahorro anual para Italia de 500 millones de euros (500 millones de dólares) con los precios actuales del gas, y un recorte de las emisiones de 200.000 toneladas de dióxido de carbono al año.

"Además, tener más luz aumenta la disponibilidad de serotonina, que ayuda al estado de ánimo, y da la oportunidad de una hora más al aire libre con posibles efectos positivos a largo plazo también en la salud", dijo Miani.

La oficina del primer ministro Mario Draghi declinó hacer comentarios.

En 2018, el Parlamento Europeo votó a favor de suprimir a partir de 2021 la obligación de que los Estados miembros de la Unión Europea cambien los relojes dos veces al año, dejándoles libertad para elegir si optan por el horario "solar" o "de verano".

Sin embargo, los gobiernos europeos aún no han adoptado una posición común sobre la cuestión, alegando que primero quieren ver una evaluación de impacto de la Comisión Europea.

La necesidad de ahorrar energía es cada vez más importante. Rusia ha recortado las entregas de gas a Europa desde que invadió Ucrania, lo que ha disparado los precios del gas a niveles récord.

Los países se apresuran a encontrar un suministro alternativo mientras buscan llenar los depósitos de gas para el invierno.

El gobierno italiano dijo el jueves que estaba preparando un nuevo paquete de varios miles de millones de euros para ayudar a proteger a las empresas y a las familias de la subida de los precios de la energía, después de que el principal grupo de presión empresarial del país advirtiera de un inminente "terremoto económico".

Los ministros de Energía de la UE se reunirán el 9 de septiembre para debatir su respuesta a las subidas de precios. No se espera que la adopción del horario de verano permanente figure en el orden del día.

Sima, que tiene oficinas en Estados Unidos, Gran Bretaña, España, Francia, Bélgica y Austria, se dedica a investigar la calidad del aire y del agua, la epidemiología y los costes de las enfermedades medioambientales.

Basó sus cálculos en los datos oficiales sobre las emisiones y el consumo de energía en diferentes momentos del día, facilitados por la empresa estatal italiana de servicios energéticos GSE y la compañía de red eléctrica Terna, dijo Miani.

(1 dólar = 1,0000 euros)