Los enfrentamientos habían remitido durante una semana desde la última ofensiva del M23 a finales de octubre. El grupo rebelde ha tenido un gran resurgimiento este año, obligando a decenas de miles de personas a huir de sus hogares, tras su primera gran insurrección en 2012/13.

Los combates han provocado una ruptura diplomática entre el Congo y la vecina Ruanda, a la que el Congo acusa de respaldar al M23. Ruanda lo niega.

"Actualmente estamos bombardeando sus posiciones y vamos a recuperar las localidades bajo el control del M23", dijo un alto oficial del ejército bajo condición de anonimato.

El viernes por la mañana se registraron combates en varios frentes del territorio de Rutshuru, en la provincia de Kivu del Norte, en el este del Congo. Algunos de los enfrentamientos se produjeron en el Parque Nacional de Virunga, cerca de las localidades de Kiwanja y Rutshuru, según dijeron los civiles y el M23.

El portavoz del ejército congoleño para Kivu Norte declinó hacer comentarios.

Uno de los líderes del M23, Bertrand Bisimwa, dijo en Twitter que los combates se habían reanudado y acusó al ejército congoleño de colaborar con otro grupo rebelde, las Fuerzas para la Liberación de Ruanda (FDLR), y con varias milicias locales. El Congo ha negado que respalde a las FDLR.

El conflicto tiene su origen en las largas secuelas del genocidio de 1994 en Ruanda. El grupo M23 está dirigido por tutsis, mientras que las FDLR están compuestas por personas de etnia hutu.

Funcionarios de la República Democrática del Congo y de Ruanda mantuvieron conversaciones el sábado en Angola con el objetivo de aliviar las tensiones políticas causadas por el conflicto.