El dólar australiano, que lleva unos meses recibiendo un varapalo por las señales de desaceleración de China y la resistencia de EE.UU., subió un 0,9% durante la noche después de que los PMI manufactureros y de servicios de EE.UU. no cumplieran las expectativas.
"Unos datos más débiles de lo esperado... llevaron a los mercados a rebajar sus expectativas sobre la política estadounidense", dijo la estratega de divisas del Commonwealth Bank of Australia, Carol Kong, siendo las solicitudes de subsidio de desempleo el próximo foco de atención antes del discurso del viernes del presidente de la Fed, Jerome Powell.
El dólar neozelandés también saltó durante la noche, al igual que el yen, que se situó por debajo de 145 por dólar por primera vez en más de una semana, siguiendo un fuerte movimiento a la baja de los rendimientos del Tesoro estadounidense.
Los movimientos posteriores de los principales pares fueron sólo ligeros en las operaciones matutinas de Asia, dejando al australiano en 0,6479 dólares, al kiwi en 0,5976 dólares y al yen ligeramente firme en 144,64 por dólar.
El índice del dólar, que mide la cotización del billete verde frente a una cesta de seis divisas principales, se mantiene al alza durante el mes, pero bajó un 0,2% durante la noche. Los datos de los PMI fueron flojos en todo el mundo, lo que atenuó las ganancias del euro e hizo que la libra esterlina diera una amplia vuelta antes de estabilizarse en torno a los 1,2717 dólares.
El euro se mantuvo en 1,0865 $ en las primeras operaciones asiáticas.
La contracción de la producción manufacturera europea se extendió y la actividad de los servicios cayó en picado, según mostraron los sondeos de la noche. La producción de las fábricas británicas se desplomó, dejando a la economía en vías de recesión. El crecimiento de la actividad empresarial estadounidense fue el más débil desde febrero, ya que la economía parece estar empezando a estancarse.
Los rendimientos estadounidenses a diez años cayeron 13 puntos básicos (pb) hasta el 4,198%, su mayor caída en un día en más de tres meses, lo que ha restado algo de calor a las recientes subidas.
"La correlación del dólar con los diferenciales de tipos ha sido muy fuerte en las últimas semanas", dijo el jefe de investigación de divisas del G10 de Standard Chartered, Steve Englander.
"Sin embargo, las preocupaciones sobre el crecimiento mundial y de China pueden ser lo suficientemente elevadas como para que cualquier deslizamiento de los rendimientos que empuje al dólar a la baja sea visto como una oportunidad de compra de dólares y venta de bonos", dijo.
"Nuestra línea de base sigue siendo que el USD es vulnerable en un horizonte a medio plazo, pero a corto plazo, no está claro cómo de grande es el cambio necesario en las perspectivas de la Fed para invertir las tendencias actuales del mercado".
El yuan chino, que se ha visto respaldado por las compras de los bancos estatales en las últimas sesiones, se mantuvo estable en 7,2864 en un comercio offshore poco intenso.
