La policía disparó a un estudiante que se encontraba estable tras ser atendido en un hospital, dijo Manuel Monsalves, subsecretario del Interior, en una conferencia de prensa. Monsalves dijo que se investigaría el tiroteo.

Alrededor de 640.000 estudiantes que reciben 32.000 pesos chilenos (41 dólares) al mes para subsidiar la alimentación quieren que se aumente esa cantidad.

Aunque la protesta fue mayoritariamente pacífica, la policía disparó cañones de agua y agitadores encapuchados vestidos de negro provocaron incendios en las calles y destrozaron paradas de autobús. También atacaron una camioneta de la Fuerza Aérea chilena atascada en el tráfico con piedras y tubos metálicos. El gobierno confirmó que tres oficiales de la fuerza aérea resultaron heridos y fueron atendidos en un hospital.

La manifestación fue menor que las violentas protestas que se apoderaron de la capital en 2019 y que llevaron a la redacción de una nueva constitución.

Con un antiguo líder de las protestas estudiantiles al frente del gobierno, los manifestantes dijeron que hubo más moderación tanto por parte de la policía como de los estudiantes, a pesar de los chispazos de violencia.

"En el fondo la ciudadanía actuó de forma diferente, sobre todo con la policía", dijo Andrés Calfuqueo, un estudiante de ciencias políticas de 21 años de la Pontificia Universidad Católica de Chile que también protestó en 2019.

Calfuqueo dijo que la policía mantuvo la distancia y sólo respondió a los ataques.