El Consejo de Estabilidad Financiera (CEF), que coordina las normas financieras de los países del G20, y la OICV, organismo mundial que agrupa a los organismos de supervisión de valores, han propuesto normas más estrictas para los fondos de inversión con el fin de aumentar su resistencia a las perturbaciones del mercado.

Los bancos centrales tuvieron que inyectar liquidez en los mercados durante la pandemia de COVID-10 cuando algunos fondos tuvieron dificultades para hacer frente a los reembolsos, pero los fondos han argumentado que otras partes del mercado también se enfrentaban a dificultades.

El FSB propone que los fondos se coloquen en uno de tres "cubos" para reflejar la liquidez de sus activos. La OICV, por su parte, ha propuesto que cada fondo disponga de una herramienta "antidilución" para hacer frente a las demandas de liquidez.

Los gestores de activos, sin embargo, rechazaron las propuestas en sus respuestas a una consulta pública sobre el asunto.

"En nuestra opinión, este marco añadiría una complejidad innecesaria a la gestión del riesgo de liquidez y, en última instancia, se traduciría en mayores costes para los inversores finales con escasos beneficios", señaló el martes en un comunicado el organismo europeo del sector de fondos EFAMA.

La EFAMA también señaló que el plan no cubre a otros participantes en el mercado que desempeñan un papel importante, como los intermediarios, las compañías de seguros y los fondos de pensiones.

Obligar a todos los fondos a disponer de una herramienta antidilución sería un "requisito excesivo" para algunos fondos, añadió la EFAMA.

La británica Investment Association (IA), que representa a los gestores de activos, afirmó que el FSB debería adoptar una visión más holística a la hora de evaluar la liquidez de los activos mantenidos en fondos.

"El enfoque de los 'tres cubos' también carece de claridad y no proporcionará el marco sólido que todos buscamos", afirmó IA en un comunicado.