La estimación se expone en "A Global Strategy to Manage the Long-term Risks of COVID-19", un documento de trabajo publicado el martes por el Fondo Monetario Internacional, en colaboración con la Coalición para las Innovaciones de Preparación ante la Epidemia (CEPI), el Fondo Mundial y Wellcome Trust.

En el documento, los cuatro grupos mundiales afirman que acabar con la pandemia en todas partes sigue siendo una prioridad económica, sanitaria y moral urgente para el mundo.

"Dados los numerosos escenarios posibles para la evolución de la COVID-19 (de benigna a grave) y teniendo en cuenta los limitados recursos de los que disponen los países, necesitamos una nueva estrategia", dijo Gita Gopinath, primera subdirectora gerente del FMI, en un comunicado.

El FMI estimó que la pandemia provocó pérdidas acumuladas por valor de 13,8 billones de dólares hasta enero de 2022.

Gopinath dijo que los países necesitan vacunas, pruebas, tratamientos y una mejor infraestructura sanitaria para hacer frente al COVID-19 y a otras enfermedades mortales.

"Estos dos últimos años han demostrado que es posible realizar un progreso notable cuando el mundo se une y apoya la ciencia con audacia a escala, más allá de las fronteras", dijo Jeremy Farrar, director de la organización benéfica Wellcome Trust. "Ahora no es el momento de aflojar: el próximo movimiento del virus es todo menos seguro y el riesgo de nuevas variantes es alto".

Richard Hatchett, director ejecutivo del CEPI, dijo que las vacunas son una parte clave de la respuesta.

"Son una de nuestras herramientas más potentes contra los riesgos pandémicos y serán fundamentales para cualquier respuesta futura", dijo Hatchett en un comunicado. Pero deben ir acompañadas de inversiones en la vigilancia global, la investigación y el desarrollo, la fabricación y los sistemas sanitarios, dijo.