La UE ha adoptado seis paquetes de sanciones contra Rusia y Bielorrusia desde el inicio de la invasión de Ucrania en febrero, pero varios sectores, incluido el del gas, permanecen en gran medida intactos, ya que los gobiernos de la UE intentan evitar cuidadosamente medidas que puedan dañar su economía más que la de Rusia.

"Se seguirá trabajando en las sanciones, incluso para reforzar su aplicación y evitar que se eludan", dirán los líderes de la UE al término de su cumbre ordinaria de los días 23 y 24 de junio, según la última versión de su proyecto de conclusiones, fechada el 20 de junio y vista por Reuters.

El texto es un compromiso entre los países nórdicos y del Este, que presionaron para que se hiciera una referencia clara a un séptimo paquete en la declaración de la cumbre, y naciones como Alemania y los Países Bajos, que en su lugar advirtieron que había que centrarse en la aplicación de las medidas existentes en lugar de añadir más inmediatamente.

En una versión anterior del texto no se mencionaba la posibilidad de trabajar más en las sanciones, por lo que el retoque representaba una victoria para los halcones. Pero el nuevo texto no se refiere explícitamente a un séptimo paquete, como deseaba Berlín.

Aunque no se está preparando un nuevo paquete, se está trabajando para identificar los sectores que podrían ser golpeados, dijeron los funcionarios.

El oro es uno de los posibles próximos objetivos, según funcionarios familiarizados con las discusiones.

En una reunión a puerta cerrada de enviados de la UE la semana pasada, Dinamarca sugirió que las próximas sanciones podrían afectar al oro, entre otros sectores, según un portavoz del embajador danés ante la UE.

Una persona familiarizada con el trabajo sobre las sanciones dijo a Reuters que la Comisión Europea estaba trabajando en añadir el oro a una posible próxima ronda de sanciones, aunque todavía no estaba claro si la medida podría prohibir las exportaciones a Rusia, las importaciones desde Rusia o ambas.

El oro es un activo crucial para el Banco Central ruso, que se ha enfrentado a restricciones para acceder a algunos de sus activos mantenidos en el extranjero debido a las sanciones occidentales.