El primer ministro Mario Draghi ha presupuestado más de 30.000 millones de euros (32.000 millones de dólares) desde enero para ayudar a las empresas y a los hogares que se enfrentan a los elevadísimos costes de la electricidad, el gas y la gasolina, mientras la guerra en Ucrania ensombrece las perspectivas de crecimiento de la tercera economía de la zona euro.

Casi 11.000 millones de euros procederán de un impuesto inesperado del 25% sobre los grupos energéticos que se han beneficiado de la subida de los precios del petróleo y el gas.

Pero ahora varios legisladores del gobernante Movimiento 5 Estrellas, los partidos PD y LEU, han presentado al parlamento propuestas para ampliar el impuesto a las ganancias inesperadas a los bancos y a los intermediarios financieros que comercian con gas, electricidad y productos petrolíferos.

El impuesto también se aplicaría al comercio de derivados financieros relacionados con la energía.

Queda por ver si el gobierno apoyará la iniciativa de los partidos, que se debatirá en el parlamento en los próximos días.

El impuesto sobre las ganancias inesperadas podría ayudar a financiar medidas de estímulo adicionales sin aumentar el déficit presupuestario, algo que Draghi quiere evitar.

Los partidos gobernantes están a favor de un aumento del déficit de miles de millones de euros para impulsar la economía, pero el Tesoro ha insistido hasta ahora en mantener el endeudamiento público en el 5,6% de la producción nacional, frente al 7,2% de 2021.

Sin elevar el déficit, Italia planea prolongar más allá de la fecha actual de vencimiento, el 8 de julio, un recorte de 25 céntimos por litro en los impuestos especiales sobre los precios de los combustibles en los surtidores, según dijeron el jueves a Reuters funcionarios del gobierno.

Se están discutiendo otras medidas para recortar los impuestos a los trabajadores de bajos ingresos, dijeron.

(1 dólar = 0,9382 euros)