"Vine a Washington, ¿verdad? Buscando la posibilidad de encontrar trabajo y salir adelante, como todo el mundo", dijo el emigrante cubano Leonardo Perdomo.

El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, ha ampliado recientemente sus esfuerzos para responsabilizar a sus oponentes políticos demócratas de los migrantes que cruzan la frontera.

Texas ha transportado en autobús a más de 7.000 migrantes a Washington, D.C. y a la ciudad de Nueva York desde abril, gastando casi 13 millones de dólares en la iniciativa hasta el 8 de agosto, según datos estatales obtenidos a través de una solicitud de la Ley de Libertad de Información.

Carla Bustillos, una voluntaria que trabaja con ONGs que atienden a los migrantes, dijo que la coalición de organizaciones estaba esperando que los autobuses llegaran a la Estación Unión, sólo para encontrar que habían dejado a los migrantes fuera de la residencia del vicepresidente.

Abbott, que busca un tercer mandato en las elecciones intermedias de noviembre, dice que los autobuses son necesarios porque el presidente demócrata Joe Biden no ha asegurado la frontera con México.

En un movimiento similar, un grupo de inmigrantes desembarcó en la isla de Martha's Vineyard, en Massachusetts, el miércoles (14 de septiembre).

El gobernador de Florida, Ron DeSantis, se atribuyó el mérito de la llegada de dos aviones de inmigrantes, según dijo una portavoz a Fox News y una segunda en Twitter, aunque un representante del estado de Massachusetts dijo que los inmigrantes habían llegado desde Texas.