La oficina de Fathi Bashagha, elegido por el parlamento como primer ministro, había dicho que los dos ministros fueron retenidos el jueves cuando viajaban por carretera a la toma de posesión de su gabinete en el este del país, después de que los vuelos nacionales quedaran en tierra.

Los aeropuertos dijeron que los vuelos se habían reanudado el viernes y la oficina de Bashagha dijo que los dos hombres, su ministro de Asuntos Exteriores y su ministro de Cultura, habían sido liberados.

No se pudo contactar inmediatamente con el grupo armado para que comentara la supuesta captura o la liberación.

El parlamento juró a Bashagha como primer ministro el jueves, a pesar de que el titular, Abdulhamid al-Dbeibah, se negó a ceder el poder, dejando efectivamente a la nación norteafricana con dos gobiernos rivales.

La crisis política de Libia amenaza con un retorno a la violencia y a la división territorial tras un año y medio de paz comparativa.

Bashagha ha dicho que basará su gobierno en Trípoli, pero el control de la ciudad está dividido entre grupos armados rivales, incluidos algunos que respaldan a Dbeibah y han dicho que impedirán que su oponente tome el poder.

Bashagha, antiguo ministro del Interior bajo el anterior gobierno reconocido internacionalmente en Trípoli, ha dicho que está haciendo los preparativos para asumir el cargo en la capital de forma pacífica. A última hora del jueves pidió a los organismos estatales que dejaran de obedecer a Dbeibah.

La oficina de Bashagha había acusado a Dbeibah de cerrar el espacio aéreo libio para impedir la ceremonia de investidura en Tobruk, en el este, y dijo que el grupo armado acusado o que se apoderó de los ministros estaba relacionado con la administración de Dbeibah.

El gobierno de Dbeibah no respondió a las solicitudes de comentarios.

Tanto el aeropuerto de Mitiga, en Trípoli, como el de Benina, cerca de Bengasi, dijeron el viernes que se habían reanudado los vuelos normales.

Las Naciones Unidas no han reconocido hasta ahora la legitimidad de Bashagha y han planteado dudas sobre el proceso parlamentario por el que surgió su gobierno.

La asesora de la ONU para Libia, Stephanie Williams, ha presionado para que se retome el proceso electoral abandonado en diciembre y ha invitado al parlamento y a otro órgano político, el Alto Consejo de Estado, a mantener conversaciones.