El índice de precios al consumo de Rusia subió un 0,19% en la semana transcurrida hasta el 12 de diciembre, según informó el servicio federal de estadística Rosstat, frente a la subida del 0,58% de la semana anterior. Desde principios de año, los precios han subido un 11,86%, frente al 8,39% de 2021.

Una indexación de las tarifas de los servicios públicos había hecho que los precios al consumo se aceleraran más la semana anterior.

Los precios de las frutas y verduras siguieron subiendo más rápidamente que la mayoría de los artículos de la cesta, con un 2,7% de media. Rosstat indicó que los precios de los pepinos habían subido un 8,2% en la última semana.

El coste de un billete de avión en clase turista subió un 8,6% respecto a hace una semana, tras una subida del 5,7% la semana pasada.

Los 23 analistas y economistas encuestados por Reuters esperan que el Banco de Rusia mantenga los tipos en el 7,5% en su última reunión del año, el viernes, ya que la inflación sigue ralentizándose y con el fin de evaluar el posible impacto económico del tope y el embargo del precio del petróleo.

El banco central tiene como objetivo una inflación del 4%, que pretende alcanzar en 2024. Ha previsto que la inflación descienda al 5%-7% el próximo año.

La elevada inflación ha sido durante años una preocupación para los hogares rusos, ya que merma su poder adquisitivo y merma su nivel de vida. Las tasas de pobreza son relativamente altas en Rusia y las encuestas muestran que más de la mitad de los hogares no tienen ahorros.