El índice de precios al consumo de Rusia subió un 0,06% en la semana hasta el 14 de noviembre, según informó el servicio federal de estadística Rosstat.

Esta cifra es superior a la subida de precios del 0,01% registrada una semana antes y que, en caso de que continúen las subidas de precios, podría suponer un reto para el banco central ruso, que el mes pasado aumentó las expectativas de que pondría fin a su ciclo de recortes de tipos, ya que mantuvo su tipo clave en el 7,5%.

La semana pasada, la gobernadora del Banco Central, Elvira Nabiullina, dijo que los riesgos inflacionistas y desinflacionistas de Rusia estaban equilibrados a corto plazo, lo que implica que es poco probable que el banco central cambie su tipo de interés clave el mes que viene.

El banco central tiene como objetivo una inflación del 4%, que pretende alcanzar en 2024. Ha previsto que la inflación descienda al 5%-7% el próximo año.

Desde principios de año, los precios han subido un 10,74%, según Rosstat. En el mismo punto de 2021, la inflación en lo que va de año era del 7,51%.

El miércoles, Rosstat dijo que se registraron aumentos de precios en los huevos, el té y las verduras, así como en algunos productos cárnicos y de pescado, mientras que el coste de un billete de avión en clase económica subió un 3,2% en comparación con la semana anterior.