Por Dan Williams

JERUSALÉN (Reuters) - Los israelíes están dispuestos a luchar con "uñas y dientes", declaró el jueves el primer ministro Benjamin Netanyahu, en un desaire apenas velado a la advertencia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de que podrían retenerse los suministros de armas como castigo a la operación prevista en Gaza.

La operación de Israel contra Ráfah --donde Tel Aviv afirma que hay miles de combatientes de Hamás y posiblemente decenas de los rehenes que tomaron en un ataque el 7 de octubre, entre más de un millón de palestinos desplazados por la guerra-- comenzó esta semana con la evacuación de algunos civiles seguida de incursiones limitadas.

El Gobierno de Biden ha manifestado que no puede apoyar una gran invasión de Ráfah en ausencia de lo que consideraría un plan creíble para salvaguardar a los no combatientes. Israel ha afirmado que la victoria en este conflicto de siete meses de duración es imposible sin la toma de Ráfah.

El gobierno de Netanyahu había guardado silencio sobre las informaciones de que Washington estaba reteniendo un cargamento de bombas aéreas hasta que, el miércoles, Biden hizo pública la medida, diciendo que era parte de una advertencia de EEUU a los israelíes de no "entrar en Ráfah".

"Si debemos quedarnos solos, nos quedaremos solos", dijo Netanyahu sin referirse específicamente al anuncio estadounidense.

"Si debemos hacerlo, lucharemos con nuestras uñas", dijo en unas declaraciones grabadas en vídeo. "Pero tenemos mucho más que nuestras uñas, y con esa fuerza de espíritu, con la ayuda de Dios, juntos saldremos victoriosos".

Pero Netanyahu dijo en una entrevista en la televisión estadounidense que espera que él y Biden puedan superar sus desacuerdos sobre la guerra de Gaza. "A menudo hemos tenido nuestros acuerdos, pero también nuestros desacuerdos. Hemos sido capaces de superarlos", dijo Netanyahu en el programa "Dr. Phil Primetime".

"Espero que podamos superarlos ahora, pero haremos lo que tengamos que hacer para proteger a nuestro país", añadió.

Los comentarios del primer ministro conservador estuvieron en sintonía con los de los otros dos miembros con derecho a voto de su gabinete de guerra -el ministro de Defensa Yoav Gallant y el exministro de Defensa centrista Benny Gantz-, aunque ninguno dijo explícitamente que se ordenaría un barrido más profundo de Ráfah.

"Me dirijo tanto a los enemigos de Israel como a nuestros mejores amigos y les digo: el Estado de Israel no puede ser sometido", dijo Gallant en un discurso. "Nos mantendremos firmes, alcanzaremos nuestros objetivos: golpearemos a Hamás, golpearemos a Hezbolá y alcanzaremos la seguridad".

Gantz expresó su agradecimiento por lo que el ejército israelí ha descrito como un apoyo y suministros estadounidenses sin precedentes en la guerra.

"Israel tiene el deber, en términos de seguridad nacional y moralidad, de seguir luchando para devolver a nuestros rehenes y acabar con la amenaza de Hamás contra el sur de Israel", dijo en X. "Y Estados Unidos tiene el deber moral y estratégico de extender a Israel las herramientas necesarias para esta misión".

Paralelamente a la disputa pública, Estados Unidos ha estado intentando llevar adelante conversaciones entre Israel y Hamás mediadas por Egipto y Qatar que liberarían a algunos rehenes.

Estas se han estancado tras la exigencia de Hamás de poner fin a la guerra de Gaza. Israel solo está dispuesto a un alto el fuego. El jueves, los negociadores abandonaron las últimas reuniones celebradas en El Cairo sin llegar a un acuerdo, e Israel afirmó que seguiría adelante con su operación prevista en Ráfah.

El principal portavoz militar israelí, el contralmirante Daniel Hagari, afirmó en una sesión informativa que las fuerzas armadas disponían de munición suficiente para Ráfah "y otras operaciones previstas".

(Información de Dan Williams en Jerusalén; información adicional de James Mackenzie y Maytaal Angel; editado por Philippa Fletcher, Toby Chopra, Deepa Babington y William Mallard; editado en español por Javi West Larrañaga)