El gobierno confirmó la medida el lunes (10 de enero).

Llega cuatro años y medio después de que más de 70 personas murieran en el incendio de la Torre Grenfell de Londres.

Se descubrió que el revestimiento utilizado en Grenfell fue una causa central de la rápida propagación del fuego por el bloque.

También reveló el uso generalizado de revestimientos inflamables baratos en los edificios de apartamentos de todo el país.

El ministro británico de Vivienda, Michael Gove, ha fijado un plazo a principios de marzo para que el sector acuerde un plan de acción totalmente financiado para eliminar esos materiales.

El gobierno ya ha comprometido unos 6.800 millones de dólares para las reparaciones hasta ahora.

El año pasado, las autoridades también impusieron una tasa a los constructores de viviendas que permitirá recaudar cerca de 2.700 millones de dólares para sufragar el coste en los próximos 10 años.

Hasta ahora se ha centrado en la eliminación de los revestimientos de los inmuebles de gran altura.

El anuncio del lunes está dirigido a los edificios de entre 11 y 18 metros de altura, en los que los inquilinos han tenido que hacer frente a enormes facturas para eliminar el revestimiento.

Gove dijo que el gobierno tomaría todas las medidas necesarias para hacer que la industria pague.

Las autoridades han sido muy criticadas por tardar tanto en ocuparse del asunto.

Algunos arrendatarios se han visto incapaces de vender sus propiedades al tener que hacer frente a facturas superiores al valor de sus apartamentos.

Las acciones de las promotoras británicas, incluidas Taylor Wimpey y Persimmon, cayeron un 2% o más a primera hora del lunes tras la noticia.