Los analistas esperan que el BCE suba los tipos para domar la inflación -que, según sus previsiones, se mantendrá incómodamente alta hasta 2023-, aunque la recesión sea cada vez más probable.

Los costes del endeudamiento subieron el martes después de que una encuesta del Índice de Gerentes de Compras (PMI) mostrara que la actividad empresarial se contrajo por segundo mes consecutivo en agosto.

"Los rendimientos de la zona euro tienen margen para subir, ya que los bancos centrales tienen que ocuparse primero de la inflación, a pesar de los riesgos de recesión", dijo Kaspar Hense, gestor de cartera senior de BlueBay Asset Management.

"Esperamos que el rendimiento del Bund a 10 años alcance un máximo en torno al 1,5%, con una curva de rendimiento invertida y los tipos italianos en el 4%", añadió.

El rendimiento de la deuda pública alemana a 10 años subió 2,5 puntos básicos (pb) hasta el 1,344%, tras alcanzar su nivel más alto desde el 1 de julio, en el 1,384%.

"Con el calendario de datos y eventos bastante vacío hoy, los precios de la energía probablemente marcarán el tono en los mercados de bonos", dijeron los analistas de Unicredit.

Los precios holandeses del gas al por mayor, que son actualmente el principal motor de las expectativas de inflación, subieron el miércoles un 7,7%, hasta los 280,00 euros por megavatio-hora (MWh), después de haber bajado el día anterior.

El lunes alcanzaron su máximo desde marzo, con 292,5, ya que los agentes del mercado siguen preocupados por la posible paralización del principal gasoducto ruso hacia Alemania.

(Gráfico: DEy&GAS, )

Los inversores están ahora a la espera de la publicación de las actas de la última reunión de política monetaria del BCE y de los datos empresariales del Ifo alemán que se publicarán el jueves.

Los mercados monetarios siguen valorando plenamente una subida de tipos de 50 puntos básicos en septiembre y de unos 200 puntos básicos en septiembre de 2023.

Los analistas de ING afirmaron que el número de subidas de tipos que se han presupuestado "parecerá contraproducente ante la recesión que se avecina".

"Esto sólo puede ocurrir después de la fase inicial de un salto en los precios de la energía. El aumento de los precios de las materias primas, y en particular de la energía, sugiere que este momento aún no ha llegado", añadieron.

La rentabilidad italiana a 10 años subió 1 punto porcentual hasta el 3,651%, tras alcanzar un nuevo máximo de 5 semanas del 3,726%, y el diferencial entre las rentabilidades italiana y alemana se situó en 230 puntos porcentuales.

Los analistas sugirieron varios factores detrás de la reciente ampliación del diferencial, entre ellos la limitada flexibilidad de reinversión en agosto para los reembolsos del programa de bonos pandémicos del BCE, dado que no hubo reembolsos de bonos gubernamentales básicos o semipúblicos y el deterioro del contexto de la oferta neta en septiembre.

Los analistas de Citi argumentaron recientemente que las promesas de los partidos de derechas de realizar importantes recortes fiscales y aumentar el gasto en pensiones podrían acabar poniendo a Italia en rumbo de colisión con Bruselas.

Según los últimos sondeos de opinión, un bloque conservador ganará la mayoría parlamentaria en las elecciones italianas previstas para el 25 de septiembre.