Unos 8,3 millones de somalíes, casi la mitad de la población, necesitan ayuda humanitaria urgente, dijo Guterres, añadiendo que sólo se ha cubierto el 15% de los 2.600 millones de dólares de ayuda que el país necesita para este año.

"Cuando la hambruna acecha, esto es totalmente inaceptable", dijo Guterres a los periodistas en Mogadiscio.

Hablaba tras visitar un campamento en Baidoa, en el suroeste de Somalia, para personas desplazadas por la sequía y por los combates entre al Shabaab, filial de al Qaeda, y las fuerzas gubernamentales.

"Es inconcebible que los somalíes, que no han hecho casi nada para crear la crisis climática, estén sufriendo su terrible impacto", dijo Guterres. "El cambio climático está provocando el caos".

Tras cinco temporadas de lluvias consecutivas fallidas, la sequía ha desplazado a 1,4 millones de somalíes, de los que el 80% son mujeres y niños, dijo.

La Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), que establece la norma mundial para determinar la gravedad de una crisis alimentaria, dijo el pasado diciembre que la hambruna se había evitado temporalmente, pero advirtió de que la situación estaba empeorando.

Una gran ofensiva gubernamental respaldada por milicias de clanes aliados ha capturado alrededor de un tercio del territorio de al Shabaab, según declaró el embajador estadounidense en Somalia a Voice of America en marzo.

El gobierno afirma haber matado a 3.000 combatientes de al Shabaab desde que se lanzó la campaña el año pasado, pero el grupo militante ha demostrado repetidamente su capacidad para contraatacar en ataques mortales contra Mogadiscio.

Se espera que el ejército y sus aliados de los clanes inicien en las próximas semanas una segunda fase de la operación, respaldada por la Misión de Transición de la Unión Africana en Somalia (ATMIS).