El subsecretario de Seguridad, Ricardo Mejía, dijo que recientemente se han emitido cuatro órdenes de captura contra militares por el sonado secuestro de los 43 estudiantes en la ciudad suroccidental de Iguala en 2014.

"En este momento se han cumplido tres y hay tres detenidos, entre ellos el comandante del 27 batallón de infantería en ese momento", dijo Mejía en una conferencia de prensa.

Rodríguez estaba a cargo de la unidad durante los secuestros, que según el gobierno anterior fueron realizados por policías locales corruptos que trabajaban en connivencia con una banda local de narcotraficantes.

Después de presentar una revisión del caso por parte de la actual administración, el viceministro del Interior, Alejandro Encinas, dijo a finales de agosto que seis de los estudiantes desaparecidos fueron entregados vivos a Rodríguez y que éste había ordenado su asesinato.

Al pedírsele un comentario sobre las acusaciones contra Rodríguez, la Secretaría de la Defensa Nacional dijo que no tenía información.

El gobierno se refirió al caso como un "crimen de Estado" en su informe, en el que se alegaba que las autoridades locales, estatales y federales, incluido el Ejército, fueron cómplices y participaron en el encubrimiento de las desapariciones de los estudiantes.

El Ejército estaba en ese momento comandado por Salvador Cienfuegos, quien más tarde estuvo en el centro de una disputa diplomática con Estados Unidos cuando fue detenido por funcionarios estadounidenses en el aeropuerto de Los Ángeles por cargos de drogas en 2020.

Él negó cualquier delito y el caso fue posteriormente retirado.

Dos funcionarios mexicanos dijeron que el gobierno no tenía planes de ir tras Cienfuegos por las desapariciones.

La noticia de la detención de Rodríguez se produce un día después de que la cámara baja del Congreso votara a favor de mantener a los soldados en las calles para supervisar la seguridad pública hasta 2028, alimentando la preocupación por la cantidad de poder que el presidente Andrés Manuel López ha dado al Ejército.