"Se trata de un fenómeno global. Puede que no estemos en el punto álgido de la pandemia, pero hoy hay más portacontenedores parados en todo el mundo que en ningún otro momento desde que comenzó", declaró el viernes el director ejecutivo del puerto de Los Ángeles, Gene Seroka.

Él y otros expertos en transporte marítimo afirman que no se producirá un cambio de tendencia hasta que los minoristas y otros propietarios de cargamentos despejen los atascados almacenes estadounidenses para hacer sitio a nuevos envíos.

Los ejecutivos de Walmart, el mayor importador estadounidense de mercancías en contenedores, dicen que han hecho progresos despejando las mercancías no vendidas. No obstante, se mantienen cautos sobre el gasto de los consumidores, ya que la inflación engulle el dinero que de otro modo se gastaría en bienes, y amenazan la recesión y otras "incógnitas".

Mientras tanto, los importadores están vendiendo productos por centavos de dólar a los liquidadores u ofreciendo grandes descuentos en los correos electrónicos enviados a los clientes. Otros han tirado la toalla.

El fabricante de muñecos Funko dijo a principios de este mes que estaba destruyendo entre 30 y 36 millones de dólares en productos de juguete de su abarrotado centro de distribución de Arizona.

El puerto de Los Ángeles manipuló 331.811 unidades equivalentes a 20 pies (6 metros) de mercancías (TEU) en febrero, un descenso interanual del 36% liderado por la caída en picado de las importaciones.

Seroka espera que los volúmenes del primer trimestre desciendan aproximadamente un 33% con respecto al año pasado y alrededor de un 20% por debajo de la media de cinco años, antes de empezar a mejorar en el tercer trimestre.

"Queda por ver en qué medida (la mejora)", dijo Seroka, que añadió que las conversaciones laborales en curso en los puertos de la costa oeste también están pesando en los resultados.