El ataque en la región del noroeste, fronteriza con Afganistán, se produce un día después de que Pakistán lanzara su última campaña nacional para erradicar el virus, que todavía supone una amenaza sanitaria en la nación del sur de Asia, aunque está mayoritariamente erradicado en otros lugares.

"Militantes desconocidos abrieron fuego contra un equipo de polio", según un informe oficial del subcomisario de la región que enumeraba las víctimas y añadía que se había iniciado la búsqueda de los culpables.

Pakistán informó de tres nuevos casos de poliomielitis este año tras un intervalo de 15 meses, todos ellos en la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa, fronteriza con Afganistán.

La inseguridad y la desinformación están muy extendidas en la región y suponen un reto para las autoridades que intentan llegar a todos los niños que necesitan la vacuna contra la polio, según escribió en su blog en mayo Bill Gates, uno de los principales financiadores de las campañas de erradicación.

Al menos un grupo militante islamista de la región ha reivindicado anteriormente ataques similares contra los equipos de lucha contra la polio, presentando falsamente las campañas como una conspiración occidental para esterilizar a los niños.

En marzo, una mujer que administraba las dosis de la vacuna contra la polio fue asesinada en la misma región cuando regresaba a casa del trabajo.

La campaña contra la poliomielitis en Pakistán, la última de varias, está dirigida a sus 25 distritos más vulnerables a la enfermedad, según ha declarado el primer ministro Shehbaz Sharif.

"Hagamos que sea un éxito y derrotemos la poliomielitis, de una vez por todas", dijo Sharif en un mensaje de Twitter al inicio de la campaña de esta semana, al tiempo que lamentaba que la enfermedad altamente infecciosa no hubiera sido aún eliminada.

Pakistán y Afganistán son los dos únicos países del mundo que siguen luchando por erradicar la polio.