La orden de Putin de la semana pasada de cobrar a los países "no amigos" en rublos por el gas ruso ha impulsado la moneda después de que cayera a mínimos históricos cuando Occidente impuso amplias sanciones contra Moscú por su operación militar en Ucrania, lo que también hizo subir los precios del gas en Europa.

La medida ha suscitado fuertes críticas de los países europeos, que pagan el gas ruso mayoritariamente en euros y dicen que Rusia no tiene derecho a rediseñar los contratos, y los países del G7 han rechazado esta semana las exigencias de Moscú.

"Creo que no hay que cambiar la ley, todo está estipulado ahí... Las divisas se cambiarán al tipo de cambio del mercado, que se fijará en la Bolsa de Moscú", dijo Anatoly Aksakov, jefe de la comisión financiera de la cámara baja del parlamento ruso, informó la agencia de noticias RIA.

"Pueden comprarlo en la bolsa, donde sea. Pueden comprar los rublos donde sea", dijo Aksakov.

Se ha pedido al banco central ruso, al gobierno y a la empresa energética Gazprom, controlada por el Kremlin, que representa el 40% de las importaciones europeas de gas, que presenten a Putin sus propuestas para el pago del gas en rublos antes del 31 de marzo.