Un vistazo a la jornada en los mercados asiáticos.

Otro día, otro salto hacia un nuevo máximo de 34 años. ¿Hay algo que pueda detener el juggernaut de la renta variable japonesa?

No hay mucho en el calendario económico y político asiático para dar un timón a los mercados el martes -el volumen aumentará al reabrir los mercados estadounidenses tras el festivo del lunes-, pero las cifras de los precios a la producción japoneses podrían dar que pensar a los alcistas japoneses.

O la luz verde para otra subida.

La opinión consensuada en una encuesta de Reuters entre economistas sugiere que la desinflación interanual en el sector productor de bienes del país observada durante el último año dio un vuelco hacia una deflación total en diciembre.

Se prevé que la tasa anual de inflación de los bienes caiga hasta el -0,3% en diciembre desde el 0,3% de noviembre, situándose por debajo de cero por primera vez desde febrero de 2021. Hace un año, en diciembre de 2022, los precios subían a una tasa anual del 10,2%.

Estas cifras serán objeto de un atento escrutinio. La disminución de las presiones sobre los precios de producción probablemente mantendrá la inflación al consumo en su senda descendente hacia el objetivo del 2% del Banco de Japón, aliviando la presión sobre el banco central para que "normalice" su política.

El mercado de bonos japonés refleja hasta qué punto los inversores se están replanteando la senda política del Banco de Japón, con el rendimiento a dos años cayendo el lunes por debajo de cero por primera vez desde julio.

El índice Nikkei 225 registró el lunes su sexta subida consecutiva hasta los 36.000 puntos. La ganancia acumulada en esas seis sesiones es de casi el 10%, por lo que quizá un informe de precios al productor más alcista de lo esperado sea el catalizador de cierta recogida de beneficios. En un horizonte a más largo plazo, el mercado también puede estar maduro para una corrección. Otavio Costa, de Crescat Capital, señala que la capitalización bursátil japonesa ronda el 150% del PIB, lo que, en su opinión, la convierte en una de las más sobrevaloradas del mundo. En China, mientras tanto, el banco central sorprendió el lunes a los mercados al mantener estable su tipo de interés oficial a medio plazo, desvaneciendo las esperanzas de un recorte para apuntalar la desigual recuperación del país tras la pandemia.

El Banco Popular de China defraudó las expectativas del mercado de un recorte al mantener sin cambios en el 2,50% el tipo de interés de casi 1 billón de yuanes de préstamos a medio plazo (MLF) a un año a algunas instituciones financieras. El FML se recortó por última vez en agosto de 2023, desde el 2,65%.

El PBOC se encuentra en un aprieto. La economía necesita estímulos, pero recortar los tipos probablemente empujará aún más a la baja al yuan, ya de por sí débil, lo que podría suponer un riesgo de fuga de capitales nacionales y disuadir la inversión procedente del extranjero.

El yuan terrestre se debilitó de todos modos el lunes, cayendo a un mínimo de un mes de 7,1813 por dólar, un indicio de lo delicada que es la tarea del PBOC.

He aquí los acontecimientos clave que podrían proporcionar más orientación a los mercados el martes:

- Precios de los bienes corporativos en Japón (diciembre)

- Sentimiento del consumidor australiano (enero)

- Corea del Sur: precios de importación y exportación (diciembre)