La cámara alta del parlamento de Pakistán puso el viernes el sello a una ley respaldada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para dar al banco central más independencia en la toma de decisiones.

La nueva legislación, aprobada por 43-42 votos y con efecto inmediato, era una de las condiciones más importantes del FMI para reactivar un programa de financiación de 6.000 millones de dólares estancado https://www.reuters.com/markets/rates-bonds/imf-revive-6-bln-pakistan-funding-program-2021-11-22.

La cámara baja había aprobado también a principios de este mes la ley, que la oposición calificó de rendición ante el FMI.

El proyecto de ley otorga al banco poderes independientes para controlar la estabilidad de los precios y la política monetaria, además de garantizar la permanencia de su gobernador. También impide que el gobierno pida préstamos al banco.

El primer ministro Imran Khan y su equipo de finanzas han acusado a los gobiernos anteriores de interferir en las operaciones del banco, como apuntalar la rupia artificialmente en detrimento de las importaciones.

La junta de revisión del FMI se reunirá de nuevo el 2 de febrero para debatir un tramo pendiente de 1.000 millones de dólares, que se retrasó dos veces a petición de Pakistán a la espera de la legislación.

Para cumplir sus condiciones, Pakistán también ha aprobado un presupuesto de mitad de año para poner fin a las exenciones del impuesto sobre las ventas como parte del ajuste fiscal para recaudar 343.000 millones de rupias (1.930 millones de dólares) para el año fiscal 2021-22.

PRESIÓN SOBRE LOS PRECIOS

Los partidos de la oposición consideran que el presupuesto de mitad de año y la ley del banco central son una capitulación ante el FMI, y afirman que golpearán duramente a los pakistaníes, además de la inflación que aumentó al 12,3% interanual en diciembre de 2021.

"Es otra derrota para la oposición", dijo el ministro de Información, Fawad Chaudhry, tras la aprobación de la ley.

La oposición tiene mayoría en el Senado, pero le faltan 10 miembros. Los líderes de la oposición han alegado llamadas anónimas que presionan a los legisladores para que voten en contra de estas legislaciones críticas, pero el gobierno lo niega.

El aumento de los precios de los alimentos y de la energía ha sometido a Khan a una presión creciente, especialmente por parte de su base de apoyo de las clases medias.

Las entradas de divisas son fundamentales para la economía pakistaní, dado que su déficit de la balanza exterior se ha ampliado a causa de la subida de los precios mundiales de las materias primas, en particular del petróleo, que constituye aproximadamente un tercio de los pagos del país.

Las reservas de divisas son también un amortiguador clave para estabilizar la rupia. Pakistán no adoptó hasta el año pasado un tipo de cambio basado en el mercado, lo que provocó una fuerte depreciación de la rupia.

Las reservas del banco central de Pakistán cayeron más de 800 millones de dólares en la última semana hasta situarse en poco más de 16.000 millones de dólares.

A principios de esta semana, Pakistán recaudó 1.000 millones de dólares con un sukuk a 7 años, ofreciendo un tipo de interés del 7,95%, el mayor rendimiento que la nación del sur de Asia ha pagado nunca por un bono islámico.