El ministro de Comercio, Syed Naveed Qamar, se reunirá el jueves con la representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai, y con otros altos funcionarios estadounidenses en el marco del Acuerdo Marco de Comercio e Inversión (TIFA) entre Estados Unidos y Pakistán.

Qamar dijo a Reuters que la reunión reforzaría los lazos entre los dos países, tensos en los últimos años por las tensiones políticas, y podría ayudar a impulsar el comercio bilateral de bienes y servicios, que según la embajada pakistaní asciende actualmente a unos 12.000 millones de dólares.

"Es importante que empecemos a hablar", dijo. "Se suponía que iban a ser reuniones anuales, pero por una razón u otra, han estado aparcadas durante mucho tiempo. Ahora que estamos empezando, hay muchas áreas en las que esperamos algunos avances, y eso por ambas partes."

No hubo comentarios disponibles de inmediato por parte de la oficina de Tai, que incluyó la reunión en su calendario público.

Los lazos entre Islamabad y Washington, antaño estrechos aliados, acaban de empezar a calentarse tras algunos años de relaciones gélidas, debido sobre todo a la preocupación por el supuesto apoyo de Pakistán a los talibanes en Afganistán. Pakistán niega este apoyo.

Qamar dijo que Pakistán buscaba aumentar sus exportaciones de mangos a Estados Unidos, y asegurar un comercio fluido y creciente en tecnología de la información y servicios de programación informática. La parte estadounidense buscaba aumentar las exportaciones de carne de vacuno y soja.

"Cuando hablamos de comercio, hablamos de todo el espectro, pero nos centramos en estas cosas porque es donde las cosas empezarían a suceder de inmediato", dijo.

Pakistán también esperaba atraer más inversiones estadounidenses, con especial atención a las tecnologías de la información y los productos farmacéuticos, tras un largo parón durante el cual China se convirtió en el inversor dominante, afirmó.

"Lo que no queremos es que un país tenga el campo abierto. Queremos que sea un entorno competitivo abierto", afirmó.

Pakistán está bien situado para ayudar a diversificar las cadenas de suministro estadounidenses que dependían de China antes de la COVID-19, pero que han empezado a orientarse hacia otros proveedores regionales. Podría servir de puerta de entrada a Asia Central, dijo Qamar.