El multimillonario obtuvo la ciudadanía portuguesa el año pasado en base a la ley de 2015 que ofrece la naturalización a los descendientes de los judíos sefardíes que fueron expulsados de la península ibérica durante la Inquisición medieval.

El ministro de Asuntos Exteriores, Augusto Santos Silva, dijo que un decreto introdujo un nuevo requisito para que los solicitantes demuestren una "conexión efectiva con Portugal", aunque no mencionó a ninguna persona al hablar de las modificaciones.

Abramovich fue uno de los varios multimillonarios rusos añadidos a una lista negra de la Unión Europea, elaborada tras la invasión rusa de Ucrania. La semana pasada fue incluido en una lista de sanciones británica.

Santos Silva dijo que Portugal aplicaría las sanciones de la UE contra Abramovich, pero que no podía prohibirle la entrada al país porque era un ciudadano.

Las modificaciones de la ley de ciudadanía ya habían recibido luz verde del presidente Marcelo Rebelo de Sousa y entrarían en vigor en breve, dijo el ministro en una sesión informativa para periodistas extranjeros, sin dar una fecha de aplicación.

El diario portugués Publico informó de que, según las nuevas normas, los solicitantes tendrían que presentar documentos adicionales para demostrar su vinculación con Portugal, como la herencia de una propiedad en territorio portugués o la prueba de haber visitado el país.

Santos Silva dijo que la ley era "generosa y justa" y que se había introducido para los descendientes de los judíos que fueron perseguidos en la región o expulsados, aunque dijo que era necesario introducir mejoras.

La fiscalía portuguesa abrió en enero una investigación sobre la concesión de la nacionalidad a Abramovich y, en función de su resultado, se le podría retirar la nacionalidad.

Un portavoz de Abramovich ha negado en repetidas ocasiones cualquier infracción.

Un rabino encargado de expedir el documento necesario para obtener la ciudadanía fue detenido la semana pasada por sospechas de blanqueo de dinero, corrupción, fraude y falsificación de documentos en el proceso.

Cerca de 57.000 descendientes de judíos sefardíes han obtenido la ciudadanía desde que se aplicó la ley en 2015, según datos oficiales.