La medida permitirá a las personas que padecen Alzheimer y otras enfermedades graves solicitar ayuda para poner fin a su vida mientras se considera que aún controlan sus facultades.

La medida podría provocar un enfrentamiento con el gobierno federal, que elaboró la ley de asistencia médica para morir. La ministra de Sanidad de Quebec, Sonia Belanger, dijo que planeaba mantener conversaciones con Ottawa, dado que la ley, tal y como está redactada actualmente, no permite solicitudes anticipadas del tipo que Quebec ha aprobado.

Quebec pudo ampliar el programa porque, aunque el gobierno federal redactó la legislación, las provincias controlan en gran medida la asistencia sanitaria.

Nadie en la oficina del ministro federal de Sanidad, Jean-Yves Duclos, estuvo inmediatamente disponible para hacer comentarios.

La asamblea legislativa de Quebec, la segunda más poblada de las 10 provincias, votó abrumadoramente a favor de la medida el miércoles. Las personas consideradas admisibles pueden solicitar una muerte asistida con hasta 24 meses de antelación.

"Con las solicitudes anticipadas, las personas afectadas por una enfermedad neurodegenerativa cognitiva que deseen asistencia médica para morir podrán por fin tener un final de vida tranquilo", declaró Georges L'Esperance, presidente de la Asociación Quebequense por el Derecho a Morir Dignamente.

El gobierno federal, ya objeto de críticas por la amplitud de la ley, ha tomado medidas para excluir durante un año más a las personas que sufran únicamente enfermedades mentales de la posibilidad de solicitar la muerte asistida.

El marco canadiense de la muerte asistida está siendo criticado por los defensores de los discapacitados, que afirman que se ha vuelto más fácil acceder a la muerte asistida que a los recursos o apoyos que harían la vida más llevadera.