Tras una fuerte contracción económica del 8,4% en 2020, la recuperación de Portugal ha sido fuerte; el producto interior bruto (PIB) creció un 4,9% el año pasado y la Comisión de la Unión Europea lo ve creciendo un 6,5% este año.

"A pesar de los mayores costes energéticos y de la subida de los tipos de interés, Portugal ha seguido registrando un fuerte crecimiento", dijo S&P en un comunicado a última hora del viernes.

"La mejora refleja la resistencia de la economía portuguesa, de las finanzas públicas y del sector financiero, en gran parte de propiedad extranjera, a diversos choques externos".

S&P dijo que la perspectiva de la calificación era estable.

Añadió que la inversión iba a aumentar gracias a la previsión de 61.200 millones de euros, o el 26% del PIB, en fondos de la UE entre 2022 y 2027, lo que "proporcionaría un fuerte impulso a la economía, independientemente de las condiciones externas".

El gobierno espera que la relación entre la deuda y el PIB de Portugal, que terminó el año pasado en el 127,4% -ligeramente por debajo de los máximos históricos de 2020, del 135,2%-, termine este año en el 120,8%.

Portugal prevé una reducción del déficit del 1,9% del producto interior bruto este año, frente al 2,8% en 2021.

S&P dijo que "la fuerte recaudación de impuestos durante 2022, impulsada por un mayor crecimiento e inflación y la cautela del gobierno en el gasto", llevaría el déficit por debajo del objetivo en 2022 y al equilibrio en 2025.

El ministro de Finanzas de Portugal, Fernando Medina, se congratuló de la medida, afirmando que se traduciría en una reducción de los costes de los préstamos no sólo para el gobierno, sino también para las empresas y las familias.