S&P dijo que ahora prevé que el producto interior bruto de las ocho economías del África subsahariana que sigue se expandirá un 2,9% en 2023, por debajo del 3,4% de 2022.

Su última previsión es ligeramente más sombría que la de un informe de investigación de junio del año pasado que pronosticaba para 2023 un crecimiento del 3,2% para siete economías africanas.

El informe de este año incluía previsiones económicas para Angola, la República Democrática del Congo, Etiopía, Ghana, Kenia, Mozambique, Nigeria y Sudáfrica. El informe de S&P para 2022 no incluía previsiones para Mozambique.

"El entorno económico sigue estando lejos de ser favorable al crecimiento, lo que refleja una elevada incertidumbre política y una tensión financiera sistémica superior a la media", dijo S&P. "Los responsables políticos se enfrentan a un difícil compromiso entre la gestión de la deuda pública, especialmente teniendo en cuenta los tipos de interés más altos, y la estabilidad macroeconómica".

Sin embargo, el final de la pandemia de COVID-19, la reapertura de los sectores del turismo y los servicios, y la caída de los precios de los alimentos y el combustible deberían aportar cierto alivio, añadió S&P.

S&P prevé ahora que la economía sudafricana crecerá un 0,7% este año, por debajo de la previsión del 1,6% dada en junio de 2022 debido a la intensificación de la crisis eléctrica.

La República Democrática del Congo y Etiopía estaban preparadas para ser los líderes del crecimiento en 2023 con expansiones del PIB del 6% este año, apoyadas por la minería en el Congo y una recuperación de la inversión en Etiopía tras un alto el fuego entre el gobierno y las fuerzas de Tigray, dijo S&P.

De cara a 2024, S&P proyectó un crecimiento medio del 3,4% en los ocho países.