"No se ha demostrado que ninguna de las acusaciones vertidas sobre el suministro de armas a Rusia sea cierta", dijo Ramaphosa en un discurso a la nación.

"No se expidió ningún permiso para la exportación de armas y no se exportaron armas", afirmó.

En unas afirmaciones que provocaron una disputa diplomática, el embajador estadounidense en Sudáfrica, Reuben Brigety, dijo a los periodistas locales en una sesión informativa celebrada en mayo que el carguero ruso Lady R había cargado armas en una base naval cerca de Ciudad del Cabo en diciembre.

Las acusaciones estadounidenses suscitaron dudas sobre la profesada postura de no alineamiento y neutralidad de Sudáfrica respecto a la guerra de Rusia en Ucrania y la preocupación por posibles sanciones occidentales.

Los funcionarios sudafricanos se apresuraron a rechazar las afirmaciones, y el gobierno de Ramaphosa lanzó una investigación independiente dirigida por un juez retirado.