La medida se produce tras días de tensión entre el ejército y la RSF, un poderoso grupo paramilitar, que había desatado la preocupación por un enfrentamiento.

Un testigo de Reuters vio cañones y vehículos blindados desplegados en las calles y escuchó el sonido de armamento pesado en las proximidades de los cuarteles generales tanto del ejército como de la RSF.

Reuters no pudo confirmar inmediatamente el origen de los disparos. Se podía ver a la gente corriendo presa del pánico en Jartum.

Las desavenencias entre las fuerzas salieron a la superficie el jueves, cuando el ejército dijo que los recientes movimientos de la RSF se habían producido sin coordinación y eran ilegales.

El sábado, una declaración de la RSF calificó las acciones del ejército de "asalto brutal" y pidió que se condenaran.

Decía que la RSF había estado en contacto con mediadores locales e internacionales para informarles.

Un enfrentamiento entre las dos fuerzas podría suponer una lucha prolongada en un vasto país que ya sufre un colapso económico y estallidos de violencia tribal.