Los países europeos han insistido en la necesidad de permanecer unidos tras la invasión rusa de Ucrania en febrero, pero su unidad ha sido puesta a prueba por una crisis energética que ha golpeado a las principales economías occidentales.

Los funcionarios franceses han expresado su frustración por lo que, según ellos, ha sido una serie de decisiones unilaterales por parte de Alemania, incluido un paquete energético de 200.000 millones de euros desvelado por Berlín sin avisar previamente a París.

París se ha opuesto a una iniciativa impulsada por el canciller alemán Olaf Scholz y por España para construir un nuevo gasoducto a través de los Pirineos que sustituya a los menguantes suministros rusos.

Francia también ha visto con recelo los movimientos liderados por Alemania para adquirir sistemas de defensa aérea, incluso de Estados Unidos, en lugar de abastecerse en Europa.

Un portavoz del gobierno alemán dijo en una sesión informativa que ambas partes habían decidido que el aplazamiento tenía sentido debido a cuestiones logísticas y a discusiones bilaterales que necesitaban más tiempo para llegar a un acuerdo.

Un funcionario de la presidencia francesa se hizo eco de los comentarios de Berlín diciendo que las dos partes necesitaban "más tiempo" para alcanzar acuerdos en temas como la política energética y la cooperación en materia de defensa.

"Hay un deseo común de tener algo más ambicioso... en materia de defensa y de cómo alineamos la soberanía europea con las necesidades y elecciones que se han hecho y en cuestiones de energía para ver con los alemanes cómo construimos una estrategia soberana europea", dijo el funcionario a los periodistas.

El funcionario restó importancia a la existencia de una desavenencia entre Berlín y París.

Fuentes alemanas dijeron a Reuters que el presidente francés, Emmanuel Macron, quería que se cerrara un acuerdo más ambicioso en la reunión de la próxima semana que debía celebrarse en Fontainebleau, al sur de París.

Algunos diplomáticos franceses han dicho que criticar a Alemania públicamente es contraproducente y no es una forma de ganar votos con la base de votantes proeuropeos de Macron. Pero otros dicen que sienten que Alemania se lanza y toma decisiones que a veces van en contra de los intereses franceses.

Francia genera la mayor parte de su electricidad con energía nuclear y depende mucho menos que Alemania del gas natural. Pero los funcionarios franceses dicen que les preocupa que el plan alemán de 200.000 millones de euros pueda distorsionar el mercado europeo porque otros países no tienen los mismos medios para proteger a sus ciudadanos.

Los franceses están enfadados "con los alemanes, especialmente con Scholz. No lo dicen en público, pero están furiosos en privado", dijo una fuente europea en contacto con el gobierno francés.

"Los alemanes están haciendo lo que a menudo se acusa a los franceses: tomar decisiones sin consultar a sus socios para servir a sus intereses".

Francia y Alemania también se enzarzaron en una disputa sobre la energía nuclear en un debate celebrado el año pasado, en el que Alemania se opuso a los esfuerzos de Francia para que la Unión Europea calificara la energía nuclear como "verde".

(1 dólar = 1,0231 euros)