El candidato del partido gobernante All Progressives Congress (APC), Bola Tinubu, fue declarado vencedor, pero los dos principales aspirantes de la oposición han dicho que el resultado fue fraudulento y han prometido impugnarlo ante los tribunales.

Seis de los 36 estados nigerianos - Adamawa, Akwa Ibom, Bayelsa, Delta, Edo y Sokoto - dijeron en documentos judiciales fechados el 28 de febrero que el organismo electoral no había transmitido los resultados electrónicamente a través de un sistema destinado a mostrar transparencia.

Solicitaron una declaración judicial de que todos los resultados de las elecciones presidenciales anunciados por el presidente de la Comisión Electoral Nacional Independiente (INEC) "eran inválidos, nulos y sin efecto alguno".

No hubo comentarios inmediatos sobre el caso por parte del gobierno, el consejo de campaña de Tinubu, la INEC o el Fiscal General de Nigeria, Abubakar Malami, que fue citado formalmente como demandado en la demanda.

Los estados están dirigidos por gobernadores del principal partido de la oposición, el Partido Democrático Popular, cuyo candidato, Atiku Abubakar, quedó segundo en las elecciones presidenciales, según el recuento oficial.

Los observadores electorales de la Unión Europea, la Commonwealth y otros organismos denunciaron una serie de problemas, entre ellos fallos en los sistemas diseñados para evitar la manipulación de los votos.

Los observadores criticaron a la CENI por la mala planificación y los retrasos en la votación, pero no alegaron fraude. La propia comisión se disculpó por los problemas técnicos durante el recuento.

En Nigeria, las elecciones se impugnan ante el Tribunal de Apelación, que actúa como tribunal.

Pero los seis estados eludieron ese proceso normal y en su lugar demandaron al gobierno federal, no a la CENI, argumentando que se trataba de un caso constitucional, que entra dentro de la jurisdicción del más alto tribunal de Nigeria.

No se ha fijado fecha para la vista, según el registro del Tribunal Supremo.

Ha habido numerosos desafíos legales al resultado de las pasadas elecciones presidenciales nigerianas, pero ninguno ha prosperado.