En 2022 se registraron un total de 1.946 heridos graves, frente a los 2.123 del año anterior, según el informe, lo que llevó al ministro de Minas, Gwede Mantashe, a afirmar que era necesario hacer más para mejorar la seguridad.

"Estamos mejorando en víctimas mortales, estamos mejorando en heridos, pero las cifras siguen siendo altas. Un incidente es un indicador de que puede haber una víctima mortal", declaró Mantashe durante la presentación del informe en Pretoria.

Las muertes en las minas han disminuido desde que se perdieron 309 vidas en 1999, aunque en 2020 y 2021 volvieron a aumentar, según muestran los datos de la industria.

"La industria aprovechará el impulso que logramos durante 2022, cuando detuvimos e invertimos significativamente la regresión en seguridad de los dos años anteriores, en los que murieron 74 y 60 de nuestros colegas en 2021 y 2020, respectivamente", dijo Lerato Tsele, jefe interino de seguridad y desarrollo sostenible del Consejo de Minerales de Sudáfrica.

En un comunicado, el Consejo de Minerales afirmó que las iniciativas de seguridad en toda la industria estaban ayudando, incluido un impulso para eliminar los accidentes por caída de rocas.

Éstos, que en su día supusieron cerca de la mitad de todas las muertes del sector, descendieron a seis el año pasado, frente a los 20 de 2021, según el informe.