El primer ministro ucraniano, Denys Shmygal, dijo en una conferencia en Lugano que entre 300.000 y 500.000 millones de dólares de activos rusos habían sido congelados por Estados Unidos, la Unión Europea y Gran Bretaña, un dinero que, según dijo, podría ayudar a reconstruir las escuelas, los hospitales y los hogares destruidos.

"Proponemos encontrar (una) fórmula para crear una legislación nacional e internacional para (crear la) posibilidad de confiscar los activos congelados en caso de agresión no provocada", dijo Shmygal, refiriéndose a la invasión rusa de Ucrania.

Esta medida mejoraría la seguridad mundial al disuadir de una agresión no provocada e injustificada, dijo en una conferencia de prensa al finalizar la conferencia de recuperación de dos días.

Pero Suiza, que en mayo informó de la existencia de 6.300 millones de francos suizos (6.500 millones de dólares) de activos rusos congelados, se ha resistido a una entrega automática de riqueza. El país, que ha adoptado sanciones de la UE contra los rusos, ha sido durante mucho tiempo un destino popular para la élite de Moscú y un lugar de retención de la riqueza rusa.

El presidente suizo, Ignazio Cassis, dijo que era importante proteger a los individuos contra el poder del Estado y crear una base legal para confiscar los fondos.

"De acuerdo con las normas que tenemos en la gran mayoría de las democracias..., podemos congelar activos, podemos congelar para aclarar de dónde provienen estos activos", dijo Cassis a los periodistas.

Pero también es necesario abordar las cuestiones sobre los vínculos entre el dinero y la guerra en Ucrania y sobre la proporcionalidad de las medidas, dijo Cassis.

"Ahora podemos tomar una decisión que es perfecta para Ucrania, pero creamos la posibilidad de tomar la misma decisión en muchas otras posibilidades y... dar mucho más poder al Estado y alejarlo del ciudadano".

(1 dólar = 0,9688 francos suizos)