La operación, en la que participaron cientos de fuerzas de seguridad apoyadas por unidades antiterroristas, aviones y perros policía, fue ordenada por el presidente Kais Saied, que citó una "afluencia inaceptable de migrantes".

La isla italiana de Lampedusa se enfrenta a un número récord de desembarcos de emigrantes en barco procedentes del norte de África.

Casi 10.000 migrantes llegaron a Lampedusa la semana pasada, asestando un duro golpe a la credibilidad de la primera ministra derechista Giorgia Meloni, que ganó el cargo el año pasado prometiendo frenar la inmigración ilegal.

Un comunicado de la guardia nacional de Túnez informó el martes de la detención de 62 traficantes de personas y de la incautación de decenas de embarcaciones en su operación. También se impidió la entrada de unos 1.900 inmigrantes subsaharianos que intentaban entrar en Túnez a través de la frontera terrestre, según el comunicado.

La mayoría de los migrantes llegan a través de la frontera terrestre desde Argelia.

La guardia costera tunecina recuperó 920 cadáveres de migrantes ahogados frente a sus costas desde el 1 de enero hasta finales de agosto de este año, según informaron funcionarios del Ministerio del Interior.