Los líderes de defensa de unos 50 países y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte se reunirán en la base aérea de Ramstein, la última de una serie de reuniones desde que Rusia invadió Ucrania hace casi 11 meses.

Se espera que la atención no se centre en lo que proporcionará Estados Unidos, sino en si Alemania enviará sus carros de combate Leopard a Ucrania o al menos aprobará su traslado desde terceros países.

"Estados Unidos espera que los europeos tomen la iniciativa", dijo Rachel Rizzo, miembro del Atlantic Council. "Yo esperaría que EE.UU. estuviera presionando en privado y con razón a los europeos para que dediquen más recursos".

Ucrania ha confiado principalmente en las variantes del tanque T-72 de la era soviética y el tanque Leopard 2 está considerado como uno de los mejores de Occidente, operado por ejércitos de unos 20 países. El tanque pesa más de 60 toneladas, tiene un cañón de ánima lisa de 120 mm y puede alcanzar objetivos a una distancia de hasta cinco kilómetros.

El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, tenía previsto reunirse en Berlín con la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, antes de la conferencia de Ramstein, pero ésta dimitió de su cargo el lunes.

En su lugar, el nuevo ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, recibirá a Austin el jueves.

Estados Unidos ha comprometido unos 24.000 millones de dólares para ayudar a Ucrania a defenderse de las fuerzas rusas.

Funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que se espera que la administración del presidente Joe Biden apruebe próximamente vehículos blindados Stryker para Kiev, pero no está dispuesta a enviar sus propios tanques, incluidos los M1 Abrams.

Con los republicanos tomando el control de la Cámara de Representantes de EEUU a principios de enero, el demócrata Biden podría verse presionado internamente para pedir a los aliados europeos que hagan más.

SUPERAR UN TABÚ

Alemania se ha convertido en uno de los principales apoyos militares de Ucrania en respuesta a la invasión rusa, superando un tabú arraigado en su sangrienta historia del siglo XX, pero aún no ha accedido a enviar tanques ni a permitir que otros países envíen sus propios tanques de fabricación alemana.

Algunos funcionarios alemanes han dado señales de suavizar su opinión antes de la reunión de Ramstein.

El vicecanciller Robert Habeck, cuyo Ministerio de Economía es responsable de aprobar las exportaciones de defensa, ha dicho que Berlín no debe interponerse en el camino de los países que quieran enviar Leopard a Ucrania.

Aún así, los críticos dicen que el canciller alemán Olaf Scholz y su partido gobernante, el SPD, son demasiado lentos, esperando a que los aliados actúen primero en lugar de asumir la responsabilidad de Alemania como la potencia occidental más cercana a Ucrania.

"La pelota está en el tejado de Alemania", dijo un funcionario estadounidense.

Los aliados de Europa oriental y central de la OTAN confían principalmente en los Leopard de fabricación alemana, que según los expertos militares son los tanques occidentales más adecuados para formar el núcleo de una nueva fuerza blindada ucraniana.

Algunos funcionarios de Europa del Este han pedido públicamente a Alemania que permita la transferencia de tanques Leopard a Ucrania.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, instó el lunes a Alemania a enviar a Ucrania el armamento que necesita para llevar la lucha a los soldados invasores rusos, aderezando un discurso en Berlín con críticas implícitas al gobierno de Scholz.

Gran Bretaña ha dicho que enviaría 14 de sus principales carros de combate junto con apoyo adicional de artillería a Ucrania, un paso que los funcionarios esperan que abra la puerta para que Alemania haga movimientos similares.

"Sé que ha habido preocupaciones en el cuerpo político alemán de que no quieren ir solos. Pues bien, no están solos", declaró el lunes el ministro británico de Defensa, Ben Wallace.