Los trabajadores de PT Indonesia Morowali Industrial Park (IMIP), en la provincia de Sulawesi Central, afirmaron que "sufrieron muchos daños físicos, psicológicos y financieros en su reputación como seres humanos", según un comunicado del bufete de abogados.

Indonesia ha presionado para hacer realidad sus ambiciones de convertir la zona de Sulawesi central en un centro regional de baterías para vehículos eléctricos debido a sus ricas reservas de níquel.

En sólo tres años se han firmado más de una docena de acuerdos por valor de más de 15.000 millones de dólares con fabricantes mundiales como Hyundai, LG y Foxconn. Las empresas chinas son otro gran inversor en la región.

Pero la industria no está exenta de problemas. El mes pasado estalló un motín en la misma provincia en una fundición de níquel propiedad de la empresa china Jiangsu Delong Nickel Industry, en el que murieron dos personas, entre ellas un ciudadano chino.

El bufete de abogados AMAR Law Firm & Public Interest Law Office afirmó que los trabajadores del IMIP sufrían malas condiciones en el lugar de trabajo, como la falta de equipos de seguridad y respiratorios adecuados, largas jornadas de trabajo sin descansos y recortes salariales.

También se retuvieron los pasaportes de los ciudadanos chinos y se prohibió la sindicación, según el comunicado.

Airlangga Julio, del bufete de abogados, dijo que los tres trabajadores chinos que firmaron la denuncia experimentaron ese trato entre 2020 y 2022.

Uli Parulian Sihombing, de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dijo que el organismo, que no tiene poderes punitivos, está estudiando la queja de los trabajadores del IMIP.

Los trabajadores instaron a la comisión a que "investigue, indague y controle" las "violaciones de derechos en la zona del IMIP, ya se trate de trabajadores inmigrantes o de trabajadores indonesios".

El IMIP no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

El parque, que cuenta con la empresa china de níquel Tsingshan Holding Group como socio destacado, emplea a unas 100.000 personas y se extiende a lo largo de 2.000 hectáreas con un aeropuerto, plantas de procesamiento de minerales, un puerto y un hotel para visitantes de alto nivel.